CDMX a 9 de septiembre, 2025.- Este martes, trabajadores, proveedores y contratistas que prestan servicios a la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, se movilizaron frente a la Torre de Pemex en Ciudad de México para exigir la liquidación de adeudos por 400 millones de pesos, una cifra que ha puesto en riesgo la operación de decenas de empresas encargadas del mantenimiento de las instalaciones de la petrolera.
Organizados a través de la Alianza Empresarial Salina Cruz al Servicio de México, los manifestantes aseguraron que la falta de pago afecta no solo a las compañías proveedoras, sino también al funcionamiento del Complejo Petroquímico Cangrejera y de la propia refinería de Salina Cruz.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, Luis Carlos Martínez, integrante de la Alianza, afirmó:
“Necesitamos para poder trabajar. Esa es la idea, venimos a tratar de hablar con el director para que nos finiquite, para continuar. No nos vamos a mover hasta que nos atiendan y nos den una solución”.
Los trabajadores viajaron desde Oaxaca hasta la capital del país para buscar un diálogo directo con Pemex, pero aseguraron que hasta el momento no han sido atendidos. También han solicitado intervención de la Secretaría de Energía (Sener) y del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), sin obtener respuestas sobre los plazos de pago.
Las mantas de los manifestantes dejaban en claro su demanda:
“Trabajadores, proveedores y contratistas solicitamos el pago inmediato por trabajos realizados en 2024-2025. Complejo Petroquímica Cangrejera y refinería Salina Cruz”.
Este conflicto se produce en un contexto donde a julio de 2025, la deuda de Pemex con sus proveedores superó los 430 mil millones de pesos, reflejando un problema estructural en los pagos que amenaza la continuidad de servicios esenciales en las refinerías y proyectos estratégicos del país.
En contraste con estas tensiones, la calificadora Moody’s Ratings mejoró este lunes la nota crediticia de Pemex, asignándole perspectiva estable y elevando su calificación de “B3” a “B1”. Este aumento se da tras el plan de rescate anunciado por el gobierno de Claudia Sheinbaum, que incluyó la colocación de 12 mil millones de dólares en bonos, la creación de un fondo de inversión de 13 mil millones de dólares para impulsar 21 proyectos de exploración y producción con empresas privadas, y un nuevo régimen tributario para reducir la carga fiscal de la empresa.
Mientras el gobierno muestra apoyo financiero a la petrolera, los proveedores y contratistas advierten que la operación diaria de Pemex no puede depender solo de rescates financieros, sino de pagos puntuales que garanticen la continuidad de sus servicios y la seguridad de los trabajadores. La protesta frente a la Torre de Pemex evidencia la tensión entre la estrategia de recuperación de la empresa y la urgencia de las empresas que dependen de sus pagos para mantenerse operativas.
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