La convocatoria para una marcha programada el 15 de noviembre, presuntamente impulsada por jóvenes de la llamada “Generación Z”, ha generado debate público debido a dudas sobre la legitimidad del movimiento y sobre quiénes se encuentran detrás de la organización. Autoridades federales y colectivos juveniles han externado posturas encontradas respecto a la autenticidad y motivaciones de la movilización.
Durante una conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que la marcha no es una expresión espontánea de jóvenes, sino una acción promovida por grupos ultraconservadores con intereses políticos y electorales. De acuerdo con la mandataria, existe “muchísimo dinero” detrás de la convocatoria, el cual estaría destinado a influir en la opinión pública y generar un clima de descontento social. Estas declaraciones fueron emitidas desde Palacio Nacional, en el marco de su mensaje diario.
Sheinbaum señaló que la movilización podría estar vinculada con organizaciones como Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), la cual ha sido señalada previamente por el Gobierno Federal como receptora de financiamiento extranjero. La presidenta reiteró que, a su consideración, la marcha busca utilizar el discurso juvenil con fines de capitalización política.
Por su parte, el colectivo Generación Z México, reconocido por promover espacios de participación y análisis político ciudadano entre jóvenes, se deslindó públicamente de la marcha. A través de un comunicado difundido en sus redes sociales oficiales, aclaró que la convocatoria no proviene de su organización ni representa sus objetivos.
El colectivo enfatizó que la movilización estaría siendo cooptada por actores externos ajenos a su movimiento original. “No representamos ningún partido político ni promovemos odio o confrontación. Nuestra agenda es pacífica y se basa en la reflexión y la construcción comunitaria”, señalaron los organizadores en su comunicado público.
Además, Generación Z México subrayó que no tiene relación con organizaciones empresariales, partidistas o grupos ideológicos. Indicaron que la utilización del nombre “Generación Z” en la convocatoria puede generar confusión entre la población y perjudicar el sentido original de su plataforma.
La controversia ha generado un debate entre analistas políticos y usuarios en redes sociales. Mientras algunos señalan que las declaraciones presidenciales buscan restar legitimidad a la organización independiente juvenil, otros consideran que la advertencia sobre una posible manipulación política es pertinente en un contexto preelectoral.
Hasta el momento, no se ha identificado de manera pública a los convocantes originales de la marcha ni la fuente de financiamiento para su difusión digital. Autoridades no han anunciado operativos especiales para la fecha, pero señalaron que se respetará el derecho constitucional a la manifestación.
La discusión sobre la convocatoria continúa, tanto en espacios institucionales como en plataformas sociales, a la espera de que los responsables de la marcha expongan de manera directa sus objetivos y lineamientos.



































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