El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el 25 de septiembre de 2025 una orden ejecutiva que autoriza la venta de las operaciones de TikTok en Estados Unidos a un grupo de inversores estadounidenses. Esta medida busca cumplir con los requisitos de seguridad nacional establecidos en la ley aprobada el año anterior, que exigía que la plataforma fuera adquirida por una empresa no china o enfrentaría una prohibición en el país.
La nueva compañía estadounidense de TikTok estaría valorada en aproximadamente 14,000 millones de dólares, según el vicepresidente JD Vance, marcando la primera vez que se fija un precio público para la popular aplicación de videos cortos. El acuerdo también busca asegurar que TikTok permanezca en funcionamiento en el país, a la vez que protege la privacidad de los datos de los usuarios estadounidenses.
Entre los inversores confirmados que formarían parte del acuerdo se encuentran figuras como Michael Dell, fundador y CEO de Dell Technologies, y el empresario Rupert Murdoch, así como varios otros descritos por Trump como “absolutamente de clase mundial”. El grupo de nuevos accionistas estadounidenses incluirá a Oracle y la firma de capital privado Silver Lake, quienes adquirirían alrededor del 50% de TikTok US, mientras que los actuales accionistas de ByteDance retendrían aproximadamente el 30%. Los detalles de la participación aún podrían variar dado el fuerte interés de los inversores.
La operación se produce en un contexto de creciente presión para separar los activos estadounidenses de TikTok de su matriz china, ByteDance, valorada en 330,000 millones de dólares. Legisladores republicanos han expresado la necesidad de garantizar que la transacción represente una ruptura total con China y proteja a los usuarios de la influencia o vigilancia de grupos alineados con el Partido Comunista chino.
TikTok, que cuenta con cerca de 170 millones de usuarios en Estados Unidos, ha sido reconocida por Trump como una plataforma que incluso contribuyó a su victoria electoral en 2020, y recientemente la Casa Blanca lanzó su propia cuenta oficial en la red social. La operación marca un paso clave en la búsqueda de una estructura de propiedad estadounidense que cumpla con los estándares de seguridad y privacidad requeridos por la nueva ley.
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