Zacatecas dio una sorpresa positiva en el panorama nacional: septiembre cerró con apenas cuatro homicidios dolosos, la cifra más baja del país y equivalente al 0.2% del total nacional. Así lo reveló el informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), presentado este martes durante La Mañanera del Pueblo, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
El dato no es menor. Zacatecas, que hace algunos años aparecía entre los estados con mayor violencia, hoy encabeza la lista de entidades con menor incidencia de homicidios dolosos, gracias —según las autoridades— a la Estrategia de Seguridad y Construcción de Paz implementada por el gobernador David Monreal Ávila, en coordinación con el Gobierno de México.
De acuerdo con la secretaria ejecutiva del SESNSP, Marcela Figueroa Franco, la entidad tuvo un desempeño destacado al reducir su promedio de homicidios en un 88% en comparación con el año anterior. “Zacatecas se sitúa en el primer lugar nacional en reducción de homicidios dolosos”, destacó Figueroa durante la presentación del reporte.
Los resultados ubican al estado muy por debajo del promedio nacional de 55.8 casos por entidad federativa, y colocan a Zacatecas como ejemplo de que la coordinación interinstitucional y la atención a las causas sociales de la violencia pueden dar frutos reales.
A Zacatecas le siguen Chiapas, con una disminución del 73%; Quintana Roo, con 68%; Jalisco, con 62%; y Nuevo León, con 61%. Por otro lado, el informe nacional también precisa que siete entidades concentran más de la mitad de los homicidios dolosos del país, lo que evidencia la brecha de seguridad entre regiones.
El acumulado de enero a septiembre de 2025 también refuerza la tendencia positiva para Zacatecas: el estado se ubica en el noveno lugar nacional con menor número de homicidios, con 11 víctimas en total, equivalente al 0.6% del total del país.
Este avance, calificado como histórico, se atribuye a una estrategia que combina tres ejes principales: la coordinación interinstitucional entre fuerzas federales, estatales y municipales; la proximidad ciudadana para recuperar la confianza social; y el fortalecimiento de las corporaciones policiales mediante mejores salarios, capacitación y equipamiento.
Además, el Gobierno estatal ha invertido en modernizar el sistema de videovigilancia, mejorar la inteligencia policial y atender factores sociales vinculados a la violencia, como la falta de empleo, educación y espacios comunitarios.
El gobernador David Monreal ha insistido en que la seguridad “no se construye solo con patrullas y armas, sino con oportunidades y justicia social”. Esta visión coincide con la línea de la presidenta Claudia Sheinbaum, que ha reiterado que la seguridad es un tema que debe atenderse desde la raíz, no solo desde la reacción.
En un contexto nacional donde la violencia sigue siendo un reto, el caso de Zacatecas se presenta como una historia de reversión: un estado que pasó de los titulares por su violencia a convertirse en referente de paz y seguridad.
Si las cifras continúan en esta tendencia, Zacatecas podría consolidarse como modelo nacional de pacificación, demostrando que la combinación de estrategia, coordinación y atención social puede, efectivamente, cambiar el rumbo de un estado.
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