CDMX a 2 de noviembre del 2025 (Noticias de México).- La velada del 9 de mayo de 1990 transformó para siempre el panorama del espectáculo mexicano. Juan Gabriel irrumpió en el Palacio de Bellas Artes con un traje negro adornado con detalles dorados, creado a medida por el diseñador Alex Peimbert y valorado en unos 5 mil dólares, una suma impactante para un atuendo escénico en esa época.
Cada prenda para el Divo de Juárez se fabricaba de forma artesanal, única en su diseño, con bordados manuales, cristales y piedras preciosas. Los modelos de inspiración oaxaqueña destacaban por su elaboración intricada, posicionándose como los más lujosos de la gira.
El conjunto completo —chaqueta, camisa y pantalón en negro con ornamentación dorada— representó una afirmación estética y simbólica: la música popular podía reclamar los escenarios de alta cultura con total elegancia.
Años después, esa vestimenta permanece grabada en la memoria colectiva.Su legado perdura: en 2024, motivó un Doodle de Google y una muñeca Barbie de la serie Signature Music, que reproduce fielmente la chaqueta bolero negra con sus acentos dorados.
De esta manera, un simple elemento del guardarropa escénico de Juan Gabriel se erigió como emblema de refinamiento, creatividad y herencia cultural, superando su instante para integrarse al patrimonio imaginario de la música mexicana.
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