El pleno del Congreso de la Ciudad de México aprobó un exhorto dirigido al Comité de Atención, Orientación y Quejas Ciudadanas y Asuntos Interinstitucionales, para que, en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), se instalen contenedores especializados para la recolección segura de pilas y baterías usadas en los Módulos Legislativos de Atención y en los espacios de apoyo a mujeres en situación de violencia. De acuerdo con el documento aprobado, dichos contenedores deberán cumplir con especificaciones técnicas que eviten fugas, derrames y garanticen su traslado seguro hacia centros autorizados de disposición final.
Durante la sesión, celebrada el 5 de diciembre, el diputado Juan Estuardo Rubio Gualito destacó que las pilas y baterías usadas están clasificadas como residuos de manejo especial, según la normatividad ambiental vigente, debido al contenido de metales pesados como plomo, cadmio, níquel, litio, manganeso y mercurio. Su inadecuada disposición —advirtió— representa un riesgo significativo tanto para el ambiente como para la salud pública.
El legislador explicó que, cuando estos residuos terminan en tiraderos a cielo abierto o rellenos sanitarios sin protección, los metales pueden filtrarse y contaminar suelos y mantos acuíferos. Subrayó que esta contaminación afecta particularmente a mujeres embarazadas, recién nacidos y población infantil, y que incluso puede incorporarse a la cadena alimentaria, generando riesgos de largo plazo.
Rubio Gualito añadió que, aunque iniciativas como el programa Reciclatrón, operado por la Secretaría del Medio Ambiente y apoyado por instancias como la Secretaría de Marina, ayudan a recolectar cantidades importantes de residuos electrónicos y pilas, el volumen recuperado aún es insuficiente frente a la generación total en la Ciudad de México. Por ello —dijo— es necesario ampliar puntos de acopio y fortalecer su manejo seguro.
De acuerdo con información de la Sedema, este tipo de residuos requiere un manejo especializado debido a su capacidad de liberar sustancias tóxicas al ambiente. La dependencia ha reiterado que la instalación de puntos permanentes de acopio facilita la correcta canalización hacia centros autorizados, donde se garantiza un proceso adecuado de disposición final.
El Congreso capitalino señaló que el fortalecimiento de la infraestructura para la recolección de pilas usadas es indispensable para prevenir que estos residuos se conviertan en una fuente constante de contaminación y riesgo sanitario para las generaciones actuales y futuras, especialmente en una ciudad donde el consumo de dispositivos electrónicos continúa en aumento.
La propuesta será turnada a las áreas correspondientes para su seguimiento y para definir los criterios técnicos necesarios que permitirán la instalación de los contenedores en los distintos módulos legislativos.
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