Por Juan Pablo Ojeda
Lo que comenzó como una discusión legislativa terminó en un episodio que exhibió la profunda polarización en el Congreso de la Ciudad de México. Durante la sesión en la que se debatía la desaparición del Instituto de Transparencia capitalino, el InfoCDMX, el pleno se convirtió en escenario de empujones, gritos y acusaciones cruzadas entre Morena y el PAN, dejando claro que el tema de la transparencia tocó fibras políticas muy sensibles.
Desde Morena, el mensaje fue directo y contundente. A través de redes sociales, su grupo parlamentario condenó la agresión ocurrida en el recinto y responsabilizó a los diputados del PAN de haber irrumpido de manera violenta en la tribuna. Según su versión, la oposición actuó para defender cuotas partidistas dentro del organismo de transparencia, lo que derivó en una trifulca que incluso provocó daños a la bandera de México colocada en el pleno. Para Morena, este hecho representó una falta grave de respeto no solo a las instituciones democráticas, sino también a la investidura legislativa.
La oposición, sin embargo, contó una historia distinta. Diputadas del PAN aseguraron en conferencia de prensa que la confrontación estalló cuando legisladores de Morena intentaron retirarlas por la fuerza de la tribuna, lo que provocó empujones y jaloneos. En medio del caos, se registraron forcejeos directos entre legisladoras de ambos partidos, incluyendo jaloneos de cabello, gritos y reclamos que se extendieron desde la tribuna hasta la Mesa Directiva.
El ambiente se tensó aún más cuando la diputada panista Daniela Álvarez Camacho denunció haber resultado lesionada durante los hechos. Afirmó que las agresiones quedaron grabadas en video y señaló que, además del conflicto dentro del recinto, hubo momentos de hostilidad en el exterior del Congreso, donde personas encapuchadas increparon a legisladores del PAN y del PRI. La tensión no se limitó a las diputadas: también se registraron altercados verbales entre diputados de ambas bancadas, evidenciando que el control del pleno se había perdido por completo.
Detrás del choque físico hay una discusión de fondo que explica la intensidad del conflicto. El PAN sostiene que su propuesta buscaba crear un órgano de transparencia descentralizado y colegiado, es decir, con varias personas tomando decisiones para asegurar contrapesos y deliberación. Morena, en cambio, impulsó un modelo desconcentrado y unipersonal, donde una sola figura concentrará las decisiones. De acuerdo con la oposición, existía un acuerdo previo para que el nuevo órgano fuera colegiado, pero este se modificó a última hora mediante una reserva presentada el mismo día de la sesión, lo que detonó la protesta.
La cronología del conflicto deja ver cómo se salió de control la sesión. El 15 de diciembre, mientras la transmisión en vivo seguía en YouTube, legisladores del PAN tomaron la tribuna y advirtieron que no se moverían hasta que Morena reconsiderara su postura sobre el futuro del InfoCDMX. Tras la intervención de un legislador del Partido del Trabajo, el intercambio verbal escaló rápidamente a empujones y golpes. La diputada Claudia Susana Pérez Romero resultó lesionada, tuvo que ser atendida con un collarín y la discusión legislativa fue suspendida.
Más allá de quién tenga la razón en los hechos, lo ocurrido dejó una imagen preocupante: una discusión clave sobre cómo se garantiza la transparencia y el acceso a la información en la capital terminó resolviéndose entre forcejeos. Mientras Morena defiende la reforma como un cambio necesario y la oposición la ve como un retroceso, el debate de fondo queda atrapado en el ruido político y en una pregunta que sigue sin respuesta clara: ¿quién y cómo va a vigilar ahora al poder en la Ciudad de México?
Deja una respuesta