En el marco del Día del Adulto Mayor, la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, encabezó en el Zócalo capitalino la última entrega del programa Hombres Bienestar, con el que se alcanzó la meta de 77 mil beneficiarios en 2025, mediante una inversión histórica de mil 300 millones de pesos.
El programa está dirigido a hombres de 60 a 64 años, quienes reciben tres mil pesos bimestrales como parte de la política social para garantizar un ingreso mínimo vital.
“Se acabó la política social que beneficiaba a unos sí y a otros no. Hoy los apoyos son un derecho de la población, sin exclusiones ni condicionamientos”, afirmó Brugada ante miles de asistentes.
De apoyo transitorio a derecho universal
La mandataria destacó que la Ciudad de México decidió ampliar la cobertura de la pensión universal, que a nivel federal inicia a los 65 años, para atender a quienes atraviesan una etapa de mayores dificultades económicas.
Recordó que el origen de esta política se remonta al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y subrayó que la capital ha reforzado esa red de protección al cubrir a los grupos de 57 a 59 y de 60 a 64 años, con el propósito de lograr la universalidad del derecho al ingreso mínimo vital.
“En esta ciudad no puede quedarse nadie atrás. Con este programa refrendamos nuestro compromiso de construir una ciudad de derechos, democrática, participativa y solidaria”, sostuvo.
Una red de cuidados y solidaridad
Durante el evento, la secretaria de Inclusión y Bienestar Social, Araceli Damián González, destacó que este apoyo también busca promover una “revolución de los cuidados”, invitando a los beneficiarios a participar activamente en el bienestar de sus familias y comunidades.
“Respetemos el derecho de las mujeres y de ustedes; cuiden a sus nietas, nietos, hijos y todos los que los rodean con mucho amor y cariño”, expresó.
Finalmente, Brugada agradeció a legisladoras, legisladores y miembros de su gabinete por el respaldo presupuestal que hizo posible este programa, enfatizando que en la Ciudad de México los derechos sociales son una realidad y no un privilegio.
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