Por Juan Pablo Ojeda
Lo que prometía ser una noche tranquila y cinéfila terminó en gritos, insultos y policías en la Cineteca Nacional, luego de que una mujer —bautizada por redes como “Lady Cineteca”— protagonizara un fuerte altercado al no guardar silencio durante la proyección de Eddington, la más reciente película de Ari Aster.
El episodio ocurrió el jueves 21 de agosto por la noche y fue captado desde distintos ángulos por asistentes al evento. Fue el usuario Sebastián Padrón (@sebastianpadrn) quien narró los hechos en redes sociales, acompañando su relato con varios videos que rápidamente se viralizaron.
Según su testimonio, la mujer —acompañada de un joven y otra mujer— no paró de hablar, gritar y hacer comentarios durante toda la película. Una espectadora, visiblemente molesta, le reclamó al finalizar la función… y ahí empezó el verdadero caos.
Entre gritos como “¡Si te cuesta convivir, pues lárgate!”, “¡A mí no me vas a decir loca!” y una serie de insultos cruzados, la tensión creció rápidamente. A pesar de los intentos de sus acompañantes por calmarla, Lady Cineteca se mantuvo firme, negándose a recibir críticas por su conducta y exigiendo que la dejaran en paz.
Lo más alarmante, según relataron los asistentes, fue que durante casi 20 minutos nadie del personal de la Cineteca apareció para intervenir, ni siquiera mientras la sala estaba llena de gritos, reclamos y celulares grabando la escena.
Uno de los presentes tuvo que salir de la sala para pedir apoyo a los elementos de seguridad. Cuando por fin llegaron, la respuesta de los oficiales fue decepcionante para muchos: “Ah, no pasó de lo verbal”.
En uno de los videos más comentados, Lady Cineteca intenta justificar su comportamiento argumentando que sufre de ataques de ansiedad y de ira. Su amiga, por su parte, pidió a los asistentes que dejaran de grabar, alegando que se estaban metiendo con alguien sin conocer su situación personal.
A pesar de la visibilidad del caso en redes, la Cineteca Nacional no ha emitido ningún comunicado al respecto, lo que ha desatado críticas sobre la falta de protocolos claros para manejar este tipo de situaciones dentro de las salas.
El caso ha abierto un debate: ¿qué tanto puede o debe intervenir un recinto cultural ante situaciones de alteración pública? ¿Es suficiente con que “no pase de lo verbal”? ¿Y qué hacer cuando los problemas de salud mental se convierten en detonantes de incidentes públicos?
Por ahora, la protagonista del escándalo se ha convertido en tendencia como “Lady Cineteca”, y la conversación se ha volcado hacia la necesidad de garantizar el respeto, el silencio… y también la empatía en espacios públicos.
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