El Centro Histórico de la Ciudad de México consolida su posición como destino gastronómico global, atrayendo a millones de visitantes nacionales e internacionales con su mezcla de tradición culinaria e innovación. El reciente reconocimiento de establecimientos locales por la Guía Michelin ha intensificado el interés en esta zona declarada Patrimonio de la Humanidad.
El recorrido culinario inicia en el Zócalo capitalino, área completamente peatonalizada que concentra numerosos puestos callejeros de antojitos mexicanos. Entre la oferta destacan las doraditas de Toluca, preparadas con masa martajada, frijoles, nopales y salsa, que representan una opción económica y tradicional para consumir mientras se recorre el primer cuadro de la ciudad.
Entre establecimientos históricos, la Casa de los Azulejos mantiene su atractivo como monumento arquitectónico del siglo XVIII, donde visitantes pueden disfrutar de café o molletes en un ambiente que preserva detalles coloniales. A pocas cuadras, el Salón Corona, fundado en 1928, ofrece la experiencia clásica de cantina capitalina con tacos al pastor y cerveza.

La taquería «Los Cocuyos» se mantiene como referente internacional para los amantes del taco de suadero, conservando su esencia a pesar de su popularidad global. Mientras tanto, «El Torito» en la esquina de Isabel la Católica y Mesones, opera desde 1957 especializándose en tacos de tripa y suadero con técnica tradicional.
Para quienes buscan sabores regionales, Koch Aná presenta auténtica cocina yucateca con especialidades como cochinita pibil, chamorro al pabil y marquesitas. Este establecimiento familiar contrasta con la oferta callejera predominante, demostrando la diversidad culinaria disponible en el polígono central.
La calle Regina emerge como corredor de terrazas y ambiente relajado, donde destaca la Hostería de la Bota por su paella y tortas ahogadas. Esta zona conecta el ambiente histórico con la vida contemporánea, ofreciendo espacios para convivencia acompañados de música y bebidas.
Completando el recorrido, los tacos de cabeza «Los Güeros» cerca del Metrobús Juárez mantienen su tradición con especialidades de maciza, cachete y trompa. Frente al monumento de El Caballito, Provolone innova con tacos de carne asada y queso derretido de origen argentino.
La oferta gastronómica del Centro Histórico demuestra su capacidad para preservar tradiciones mientras incorpora nuevas tendencias, consolidándose como espacio donde conviven lo popular y lo gourmet, lo ancestral y lo contemporáneo, reflejando la compleja identidad alimentaria de la capital mexicana.



































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