Por Juan Pablo Ojeda
La Ciudad de México ya está lista para una de las concentraciones masivas más grandes del país. El gobierno capitalino puso en marcha el Operativo Basílica, un despliegue extraordinario que moviliza a más de 105 mil servidores públicos con una sola misión: que los millones de visitantes que llegan el 12 de diciembre puedan vivir la celebración guadalupana con seguridad, orden y atención en cada paso del camino. Este dispositivo incluye vigilancia, servicios médicos, control vial, transporte reforzado y apoyo permanente en la zona, convirtiéndose en una de las operaciones más grandes del año.
La llegada de peregrinos no es un fenómeno menor. Cada diciembre, familias y grupos enteros viajan desde distintos estados —muchos a pie o en bicicleta durante días— para cumplir una manda, agradecer un favor o simplemente mantener una tradición que pasó de generación en generación. La Basílica de Guadalupe es uno de los santuarios marianos más visitados del mundo y su influencia rebasa lo religioso: es un símbolo cultural, histórico y profundamente emocional para millones de mexicanos.
En años recientes, las cifras de asistencia han superado los 12 millones de visitantes durante estas fechas, y este año las autoridades estiman que podrían alcanzar los 13 millones. Ese número da idea de la magnitud del reto: no solo se trata de coordinar seguridad, sino de garantizar movilidad, salud, información, transporte y protección civil en un entorno saturado por la fe, la tradición y el movimiento constante.
El operativo contempla módulos médicos, brigadas de protección civil, vigilancia permanente, patrullaje aéreo, puntos de información y apoyo especial para personas vulnerables. Se prevé también el cierre de calles y el control de vialidades para facilitar el tránsito peatonal alrededor del recinto. En el transporte público, el Metro reforzará la seguridad y el flujo de usuarios en las estaciones más cercanas.
Además del impacto emocional y espiritual, la visita masiva de peregrinos deja una huella económica importante en la zona norte de la ciudad: comercios, transporte, alimentos y servicios experimentan un impulso notable durante estos días. Pero esa dimensión también obliga a un esfuerzo logístico mayor, y por eso las autoridades buscan equilibrar la movilidad y la seguridad con la atención social que requiere una afluencia tan grande.
El Día de la Virgen de Guadalupe sigue siendo una de las expresiones de fe más sólidas de México. Cada año, millones de personas convergen en la Basílica para celebrar, agradecer y mantener viva una tradición que forma parte esencial de la identidad del país. Con el Operativo Basílica, la capital se prepara para recibirlos y garantizar que esta devoción histórica se viva en paz y con acompañamiento adecuado.
































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