El emblemático bar Rico Club, ubicado en la Zona Rosa de la Ciudad de México, enfrenta una suspensión de actividades luego de que se dieran a conocer varios incidentes relacionados con agresiones y falta de medidas de seguridad. La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, ordenó la clausura del establecimiento tras una denuncia de agresión física a un cliente, ocurrida el 28 de septiembre de 2025, y por el incumplimiento de normativas de protección civil.
El caso cobró relevancia pública cuando se viralizó un video en redes sociales que muestra una brutal golpiza a un joven dentro del bar, mientras un guardia de seguridad impide que otros intervengan para detener la agresión. Las imágenes provocaron indignación entre los usuarios y un fuerte reclamo por parte de la comunidad LGBT+, ya que Rico Club es uno de los sitios frecuentados por este sector, que ahora cuestiona la falta de protocolos de seguridad y la pasividad del personal ante la violencia.
Tras el escándalo, el 2 de octubre, personal de la alcaldía de Cuauhtémoc colocó sellos de suspensión con la leyenda “Clausurado por incumplimiento de normas”. Según el reporte oficial, el lugar carecía de personal capacitado en primeros auxilios, no contaba con extintores funcionales ni alarmas sísmicas, y omitió presentar constancias de simulacros o puntos de reunión. Además, se investiga la presunta negligencia del establecimiento en la gestión de episodios violentos recientes.
Esta medida busca garantizar la seguridad y el cumplimiento de la ley en los espacios nocturnos de la capital, en un contexto donde la Zona Rosa continúa siendo un referente de la vida nocturna y cultural de la comunidad LGBT+. La clausura del Rico Club reabre el debate sobre la responsabilidad de los establecimientos para ofrecer ambientes seguros, inclusivos y libres de violencia.
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