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La reforma electoral va en pausa: el Congreso alista el debate para febrero

Por Bruno Cortés

 

En el Congreso, las reformas grandes no se cocinan de un día para otro, y la reforma político-electoral no será la excepción. Así lo dejó claro Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, al explicar que, aunque la presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado que la iniciativa podría llegar a mediados de enero, los tiempos legislativos no alcanzan para procesarla en un periodo extraordinario.

Dicho en sencillo: si la propuesta llega en enero, el Congreso podrá revisarla, leerla y empezar a analizarla, pero la discusión formal arrancaría hasta el primero de febrero, cuando inicie el próximo periodo ordinario de sesiones. Antes de eso, la iniciativa tendría que entrar por la Comisión Permanente, que es el órgano que mantiene funcionando al Congreso cuando diputados y senadores están en receso.

Monreal explicó que todavía no está definido si la reforma será enviada primero a la Cámara de Diputados o al Senado. Esa decisión corresponde a la Presidencia de la República. Si llega a San Lázaro, adelantó, se abrirían reuniones amplias para discutir los temas que plantee la iniciativa, con la idea de escuchar distintas voces antes de tomar decisiones.

Uno de los puntos que el legislador subrayó es que en materia electoral hay reglas claras que no se pueden brincar. La ley establece plazos específicos para modificar las reglas del juego antes de que inicie formalmente un proceso electoral. Por eso, dijo, se tendrá que cuidar que todo se haga dentro de la legalidad; solo así podrá darse un debate amplio y sin prisas indebidas.

Aunque la iniciativa aún no se presenta, Monreal recordó algunos de los temas que la propia Presidencia ya ha puesto sobre la mesa. Entre ellos están la representación proporcional, es decir, el futuro de los diputados y senadores plurinominales; el costo de los procesos electorales y del financiamiento a los partidos políticos; así como el funcionamiento de los organismos electorales locales, conocidos como OPLES, y los tribunales electorales.

Estos temas, advirtió, no son sencillos ni generan consenso automático, ni siquiera dentro del mismo movimiento político. Hay posturas distintas entre Morena y también entre sus aliados, lo que anticipa un debate intenso. Por eso, insistió, la reforma tendrá que discutirse a fondo, sin improvisaciones.

Otro asunto que podría entrar en la discusión es la revocación de mandato. Monreal señaló que este tema podría venir incluido en la reforma electoral o tratarse por separado, ya que existe un dictamen pendiente que no ha sido votado y que podría agilizarse. Todo dependerá, dijo, del contenido final de la propuesta que envíe la presidenta Sheinbaum en enero.

Si la reforma llega a la Cámara de Diputados, adelantó, se buscará abrir audiencias públicas y foros, además de los mecanismos que acuerde la Junta de Coordinación Política, para que especialistas, autoridades, partidos y ciudadanía puedan opinar y presentar propuestas. La idea es que la reforma no se decida solo en el escritorio, sino que pase por un proceso de deliberación más amplio.

Finalmente, Monreal recordó que la Comisión Permanente inicia sesiones y que será ese órgano el que decida si se convoca a una sesión adicional antes de que termine el año o si se realiza en los primeros días de enero. Esa decisión, subrayó, es soberana y se tomará en las próximas horas.

Por ahora, el mensaje es claro: la reforma electoral viene en camino, pero su discusión fuerte no será inmediata. En el Congreso, al menos en este tema, la prisa tendrá que esperar a febrero.

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