Por Juan Pablo Ojeda
Durante la mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que viajará a Washington para asistir al sorteo del Mundial 2026, un evento que, aunque es breve, reunirá a figuras del deporte, la política y el espectáculo. Contó que incluso habló directamente con el presidente de la FIFA, y que la Secretaría de Relaciones Exteriores recibió la notificación formal por parte del Departamento de Estado estadounidense. Todo en orden: está oficialmente invitada, y el presidente Donald Trump —según dijo— estará “contento de recibirla”.
Sheinbaum explicó que al evento acudirán también el primer ministro de Canadá y el propio Trump, y que su participación será sencilla: la clásica apertura de las pelotitas donde se define qué grupo encabezará cada país anfitrión. Un acto simbólico, pero lleno de reflectores. Después de eso, cada quien sigue con su agenda.
Aprovechó para subrayar que esta presencia conjunta de los tres líderes de América del Norte es una especie de mensaje político: una foto que recuerda que el compromiso comercial de la región sigue firme pese a cualquier ruido bilateral. Aun así, fue clara: no habrá reunión formal con Trump, y si llegara a darse, sería muy breve y sin agenda definida.
Más allá de la diplomacia, la FIFA ya detalló cómo será el sorteo. Con 48 selecciones, este Mundial será el más grande de la historia: 12 grupos, 42 equipos ya clasificados y seis lugares pendientes por definirse vía repechaje. Argentina, Brasil, Francia, Alemania, España y otras potencias ya tienen su boleto. México, Estados Unidos y Canadá entran directo como anfitriones y por eso están en el Bombo 1, sin importar su ranking actual.
La ceremonia arrancará con un gesto simbólico: las bolas de los tres anfitriones. La verde colocará a México en el Grupo A, la roja asignará a Canadá el Grupo B, y la azul enviará a Estados Unidos al Grupo D. A partir de ahí, se definirá la posición de los 39 equipos restantes y de los futuros clasificados por repechaje.
Los bombos están diseñados según el ranking FIFA, excepto el primero, reservado para los anfitriones. Además, habrá reglas para evitar que selecciones de una misma confederación se enfrenten en la fase de grupos, salvo la UEFA, que por tener 16 equipos podrá tener hasta dos europeos por grupo.
La FIFA también organizó las rutas de eliminación para que equipos fuertes como Argentina y España no se crucen antes de una posible final. Lo mismo aplicará para Francia e Inglaterra, lo que muestra que la planeación no solo es deportiva, sino estratégica.
El Bombo 2 reunirá a selecciones como Croacia, Uruguay, Marruecos, Japón y Suiza. El Bombo 3 tendrá a países como Noruega, Egipto, Turquía y Panamá. En el cuarto estarán equipos como Ghana, Jordania, Nueva Zelanda, Haití y Curazao, además de los que lleguen por repechaje. Entre los candidatos a esos últimos boletos están Italia, Ucrania, Polonia, Bolivia, Jamaica e Irak.
A unos meses del inicio del torneo, el sorteo definirá el camino que cada selección deberá recorrer para llegar lejos. Y, como casi siempre pasa en México, la suerte de la pelotita dará para conversación… y para nervios.
































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