Por Juan Pablo Ojeda
Un video que circula en redes y reportes periodísticos muestran una escena grave: un diputado federal del Partido del Trabajo (PT) y un alto funcionario del Estado de México fueron captados en estado de ebriedad, presuntamente agrediendo a empleados y causando daños considerables en un centro comercial en Metepec.
Los hechos ocurrieron en la madrugada en la plaza Town Square Metepec. Según versiones, el diputado identificado como Wblester Santiago Pineda reclamó con insultos al personal de seguridad por un presunto robo en su camioneta. Aparentemente acompañado por Mario Ariel Juárez —titular de la Junta de Caminos del Estado de México— ambos estaban visiblemente alcoholizados.
Cuando no obtuvieron la respuesta deseada, regresaron al estacionamiento y lanzaron un contenedor sobre unas escaleras eléctricas; la caída provocó un agujero entre los peldaños. Además de ese acto de vandalismo, golpearon el parabrisas de un vehículo Tesla, rayaron su carrocería y dañaron varias estaciones de carga para autos eléctricos.
Los responsables huyeron del lugar, abandonando su camioneta. El centro comercial ya presentó una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) por delitos de lesiones y daño a la propiedad. Se estima que los daños superan los 300 mil pesos.
El video del altercado generó críticas inmediatas en redes sociales: muchos cuestionan la representación pública de quienes ocupan cargos de elección o responsabilidad pública. Usuarios demandan sanciones, retiro de la inmunidad y un castigo ejemplar.
Este episodio vuelve a poner en evidencia un problema recurrente: la combinación de poder, impunidad y alcohol termina dejando víctimas —físicas y materiales—. Más allá del acto individual, lo que se cuestiona es la responsabilidad de quienes deben representar al pueblo y cuidar las instituciones. Si el Estado no actúa con firmeza frente a esto, señala un problema de fondo sobre privilegios y falta de rendición de cuentas.
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