Joaquín Guzmán López — hijo del condenado narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, y uno de los presuntos jefes del Cártel de Sinaloa — está listo para declararse culpable ante la justicia de Estados Unidos. Forma parte del grupo conocido como “Los Chapitos”.
Guzmán López, de 38 años, está acusado de delitos graves como conspiración en empresa criminal continuada, importación y distribución de fentanilo, lavado de dinero y uso de armas de fuego.
Su captura ocurrió en julio de 2024, en una operación en la que también fue detenido otro capo histórico: Ismael “El Mayo” Zambada.
En 2023, junto con varios de sus hermanos, fue acusado en Estados Unidos por cargos de narcotráfico y lavado de dinero, vinculados a su presunta toma de liderazgo del Cártel de Sinaloa tras la extradición de su padre en 2017.
Acuerdo de culpabilidad: ficha clave de su situación
La declaración de culpabilidad es un giro significativo en su caso. Se prevé que en su próxima audiencia en la corte federal de Chicago, Illinois, el lunes 1 de diciembre de 2025, Guzmán López aceptará los cargos que le imputan.
Aunque estaba recluido en el Centro Correccional Metropolitano (CCM) de Chicago —según datos públicos del sistema penitenciario de EE. UU.—, con número de registro 72884-748, su decisión marca un punto clave en el proceso judicial.
En mayo de 2025, fiscales estadounidenses informaron que no solicitarían la pena de muerte en caso de sentencia, aunque la expectativa de castigo sigue siendo elevada por la magnitud de los cargos.
Su hermano sigue el mismo camino: Ovidio también negociaría culpabilidad
No es solo Joaquín: su hermano Ovidio Guzmán López — también condenado en EU — habría llegado a un acuerdo similar con las autoridades para declararse culpable por cargos de narcotráfico. Esto refuerza la estrategia del gobierno estadounidense de desmantelar la estructura de “Los Chapitos” desde su cabeza familiar.
Qué significa este acuerdo para el narcotráfico y la justicia internacional
- La declaración de culpabilidad rompe parcialmente con el silencio judicial de alto perfil: muchos casos de narcotraficantes suelen tardar años sin resolverse.
- Si Guzmán López acepta los cargos, podría colaborar con autoridades — lo que pone en jaque otras piezas del crimen organizado.
- Este movimiento podría fortalecer la cooperación entre México y Estados Unidos en materia de extradiciones, investigaciones y lavado de dinero, aunque también reaviva el debate sobre la eficacia de las extradiciones y las alianzas institucionales.
Qué sigue: expectativas del caso y posibles repercusiones
- La audiencia del 1 de diciembre de 2025 será clave: marcará el inicio formal de su condena y eventualmente negociaciones complementarias.
- Organismos de justicia y seguridad en México probablemente reaccionarán, ya que Guzmán López es requerido también por delitos en territorio nacional — donde enfrenta cargos por secuestro y acusaciones de traición a la patria por supuestamente vincular a “El Mayo” Zambada con su extradición.
- Las implicaciones al interior del Cártel de Sinaloa podrían ser profundas: la pérdida de liderazgo de uno de sus herederos podría generar conflictos internos, cambios de estructura o nuevas estrategias delictivas.
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