Hablar de empoderamiento femenino implica asegurar la autonomía económica de las mujeres, es decir, su capacidad para ganar, administrar y decidir sobre sus ingresos, bienes y tiempo, afirmó la directora de la Facultad de Derecho (FD) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sonia Venegas Álvarez.
Durante la conferencia “Empoderamiento económico de la mujer: experiencia de una mujer autora”, la académica destacó que el verdadero avance hacia la igualdad requiere eliminar las brechas de acceso al trabajo, los recursos productivos y los espacios de decisión. “Brindarles autonomía financiera no solo significa darles educación o salud, sino garantizar la igualdad real de oportunidades”, subrayó.
Venegas Álvarez sostuvo que es urgente reconocer el valor económico de las labores no remuneradas, como las tareas domésticas y de cuidados, que siguen siendo asumidas principalmente por las mujeres y que limitan su participación en el mercado laboral. “Es un proceso que permite ejercer la autonomía, definir proyectos de vida y participar en el desarrollo social y económico”, afirmó.
En su intervención, Abril Uscanga Barradas, directora del Seminario de Filosofía del Derecho de la FD, señaló que la desigualdad salarial persiste como uno de los principales retos en México. “En los sectores formales, las mujeres reciben en promedio 15 por ciento menos que los hombres; en la informalidad, la brecha se amplía a 20 por ciento”, precisó.
Citando un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Uscanga Barradas añadió que por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer recibe apenas 85. “Esto demuestra que aún hay un camino largo por recorrer para erradicar las desigualdades estructurales”, enfatizó.
La especialista también reflexionó sobre el papel del derecho en la reducción de estas brechas. “El sistema jurídico ha tardado en cuestionarse cómo las estructuras legales y políticas perpetúan desigualdades de género. Las teorías críticas en derecho son esenciales para desafiar estas injusticias y construir marcos normativos más incluyentes”, explicó.
El encuentro, realizado en el auditorio Benito Juárez de la Facultad de Derecho en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, permitió reflexionar sobre los retos de la igualdad económica y la necesidad de una transformación estructural en las instituciones.
Por su parte, la compositora Esmeralda Cantoral, socia de la Sociedad de Autores y Compositores de México, subrayó que el talento femenino debe ser reconocido y retribuido de manera justa. “El poder de una mujer se ejerce en la toma de decisiones, en su carrera, en su cuerpo y en su creación artística”, expresó.
Cantoral recordó que el ámbito musical ha sido históricamente excluyente con las mujeres creadoras. “Durante años, las compositoras carecieron de reconocimiento moral y económico. Solo unas pocas, como Consuelo Velázquez, Ema Elena Valdelamar y María Grever, lograron trascender a nivel internacional”, destacó.
Finalmente, la artista citó datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que estima que si las mujeres participaran plenamente en la economía mundial, el Producto Interno Bruto global podría aumentar hasta 26 por ciento para 2030, lo que reafirma la importancia de su inclusión y autonomía financiera.





































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