El presidente Donald Trump acaba de anunciar que incrementará los aranceles a las importaciones desde Canadá en un 10% adicional, tras un escándalo diplomático-comercial provocado por un anuncio televisivo canadiense que usó extractos del expresidente Reagan criticando los gravámenes.
Según Trump, el gobierno canadiense —y en especial la provincia de Ontario, bajo la dirección del primer ministro provincial Doug Ford— habría lanzado un anuncio con las declaraciones de Reagan fuera de contexto, con el objetivo de influir en litigios pendientes ante la Supreme Court of the United States sobre la legalidad de sus propios aranceles. Trump calificó el anuncio como un “acto hostil” y exigió su retirada inmediata. Ante la negativa, justificó su decisión de subir los aranceles.
Por su parte, Ontario respondió que el clip usado contenía citas auténticas de Reagan, pero que la fundación que custodia su legado, la Ronald Reagan Presidential Foundation, denunció que el uso fue con edición selectiva. Canadá ha dicho estar dispuesta a retomar negociaciones, pero ahora la tensión comercial se ha elevado a otro nivel.
El trasfondo económico es complejo: gran parte del comercio entre Estados Unidos y Canadá está protegido por el United States–Mexico–Canada Agreement (USMCA). Aun así, la medida de Trump podría provocar efectos en cadenas globales de suministro, industria automotriz y materias primas, pues los socios comerciales están fuertemente interdependientes.
Para México, que forma parte del bloque USMCA, es un recordatorio de que las disputas comerciales entre Washington y Ottawa no solo afectan a los involucrados directos, sino al conjunto de la región norteamericana. Aunque el anuncio de Trump no especifica aún los productos afectados, los sectores exportadores canadienses ya están en alerta.
Ahora queda ver hasta qué punto se endurecen las represalias de Canadá, si Estados Unidos mantiene su postura, y cómo esto influirá en la estabilidad comercial regional. Este episodio demuestra que en el tablero de la política exterior estadounidense, incluso un video puede convertirse en detonante de aranceles, fricciones diplomáticas y redireccionamientos económicos.
































Deja una respuesta