Carlos Lara Moreno
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reconoció que el Gobierno federal no contaba con indicios científicos o meteorológicos que permitieran prever la intensidad de las lluvias que afectaron a Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí durante la última semana.
“En esta zona del país se alertó que iba a haber lluvias fuertes, pero fueron varios fenómenos los que se presentaron que generaron esta lluvia intensa que no se esperaba que fuera de esta magnitud. No había ninguna condición científica o meteorológica que pudiera indicarnos que iba a tener esta intensidad”, explicó la mandataria.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum subrayó que, a diferencia de los ciclones y huracanes, cuya evolución puede observarse con días de anticipación, el fenómeno que afectó al centro y oriente del país se desarrolló repentinamente.
“Se hicieron alertamientos un día antes en distintos municipios, pero difícilmente se podía haber tenido conocimiento con mucho tiempo de anticipación, diferente a como ocurre con los ciclones o los huracanes”, señaló.
Frente a esta situación, la presidenta anunció que se reforzarán los sistemas de monitoreo y de alerta temprana, con el propósito de mejorar la capacidad de respuesta ante eventos meteorológicos extremos.
“Es muy importante que como gobierno tengamos todas las herramientas científicas necesarias para garantizar el alertamiento previo ahí en donde sea posible”, añadió.
Fenómenos simultáneos en Pacífico y Atlántico
El secretario de Marina, Raymundo Morales, explicó que las lluvias se debieron a la coincidencia de varios sistemas meteorológicos entre el 7 y el 9 de octubre.
“El 8 de octubre se identificó una situación muy compleja: del lado del Pacífico estaba la tormenta tropical Priscila al suroeste de Los Cabos y otra tormenta, Raymond, cerca del Golfo de Tehuantepec. En el Atlántico, una baja presión que después se convirtió en el huracán Raymond, y otra baja frente a Veracruz”, indicó.
Morales detalló que a estos fenómenos se sumó un frente frío proveniente de Texas que se combinó con un frente cálido y generó una línea de vaguada que recorrió el centro y oriente del país, provocando lluvias extraordinarias.
“Los ríos estaban ya en su nivel máximo y los suelos saturados de humedad, lo que derivó en desbordamientos e inundaciones”, explicó el titular de Marina, al aclarar que “identificar exactamente cuánta lluvia va a caer no es tan sencillo”.
Fortalecen investigación meteorológica
Como parte de las medidas posteriores al fenómeno, Sheinbaum informó la creación de dos grupos científicos especializados para mejorar la capacidad de predicción y respuesta.
“Tenemos dos grupos de trabajo de investigación, uno en el Pacífico y otro en el Atlántico, coordinados por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Secretaría de Marina”, señaló.
Estos equipos desarrollarán nuevas herramientas de monitoreo y colocarán boyas en el Pacífico para detectar alteraciones meteorológicas con mayor anticipación.
“Nuestro objetivo es generar todas las condiciones de alertamiento necesarias frente a fenómenos meteorológicos”, concluyó la presidenta.
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