Carlos Lara Moreno
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que no tiene sustento la preocupación expresada por la iniciativa privada respecto al incremento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas, y aclaró que la medida busca proteger la salud pública, no afectar a los pequeños comercios.
Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, la mandataria desestimó los argumentos de las cámaras empresariales que piden frenar el gravamen, incluido en el Paquete Económico 2026, con el cual el Gobierno federal busca reducir en 7 por ciento el consumo de refrescos y recaudar 41 mil millones de pesos adicionales.
“Sí, pero no, no tiene sustento. Las bebidas azucaradas se venden en el último rincón del país, y el objetivo —entiendo su preocupación— pero desde nuestra perspectiva es que se consuma menos. ¿Por qué queremos que se consuma menos? Pues porque el exceso de consumo de bebidas azucaradas está demostrado científicamente que provoca daños a la salud”, declaró Sheinbaum.
La mandataria federal enfatizó que no es cierto que las “tienditas” resulten afectadas, como han señalado las cámaras empresariales.
“No, no va a ocurrir, no va a ocurrir”, respondió tajante ante la posibilidad de que el impuesto perjudique al comercio minorista.
En contraste con la postura empresarial, Sheinbaum subrayó que su gobierno mantiene un diálogo abierto con el sector privado y la Secretaría de Salud para impulsar bebidas más saludables y canalizar lo recaudado hacia la atención de enfermedades crónicas.
“Hay pláticas con ellos y con la Secretaría de Salud, y puede seguir habiendo, porque deben promoverse bebidas más saludables. Y lo que, si se llega a recaudar, se va directo a la atención a diabetes e hipertensión”, añadió.
Con ello, la presidenta reafirmó que el IEPS a bebidas azucaradas tiene una justificación sanitaria y social sólida, frente a lo que calificó como una preocupación empresarial sin base real.
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