Por Juan Pablo Ojeda
Culiacán vuelve a vivir una jornada trágica en medio de la violencia que azota a Sinaloa. Alexander, un joven de 26 años integrante de la Policía Estatal Preventiva (PEP) y cercano al círculo de seguridad del gobernador Rubén Rocha Moya, falleció luego de ser rescatado tras ser privado de la libertad en el sur de la ciudad. Conocido como “Chuy”, Alexander estaba asignado como escolta del hijo del mandatario estatal y se encontraba en su día de descanso cuando ocurrió el ataque.
Según informó la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa (SSPE), cuatro personas lo interceptaron y lo trasladaron en la cajuela de un vehículo cerca de su domicilio en la colonia Renato Vega Amador. La rápida activación del Código Rojo movilizó de inmediato al Grupo Interinstitucional “Todos por Sinaloa”, compuesto por elementos de la policía estatal, la Policía de Investigación de la FGE y personal de la Sedena.
El operativo logró localizar la unidad que trasladaba a Alexander sobre la avenida Álvaro Obregón, frente a la colonia Villa Bonita, generándose un enfrentamiento armado que se extendió hacia el libramiento La Costerita. Durante la balacera, un presunto sicario murió y tres personas resultaron heridas, incluido Alexander. Las autoridades aseguraron armas largas y cortas, chalecos con insignias del Ejército, ponchallantas y un vehículo Toyota Corolla, todo puesto a disposición del Ministerio Público.
A pesar de recibir atención médica inmediata y ser trasladado a un hospital, Alexander falleció después de más de nueve horas a causa de las heridas de bala. Su muerte se suma a los 56 elementos de la Policía Estatal Preventiva que han perdido la vida en Sinaloa desde septiembre de 2024, en un contexto de enfrentamientos constantes entre las facciones criminales Los Mayitos y Los Chapitos en Culiacán y otras regiones del estado.
La cercanía de Alexander con la familia Rocha Moya lo situaba en un lugar clave dentro de la seguridad estatal, tras un reciente incidente donde la nieta del gobernador fue atacada en una camioneta, del que salió ilesa. Este nuevo hecho subraya los riesgos que enfrentan quienes protegen a la familia del mandatario y la constante amenaza de la violencia organizada en la región.
La SSP indicó que la coordinación interinstitucional permitió interceptar a los agresores antes de que huyeran a otros sectores de Culiacán y asegurar el material utilizado en el secuestro. Sin embargo, las investigaciones continúan abiertas para determinar responsabilidades adicionales y reforzar los protocolos de seguridad en la ciudad.
La muerte de Alexander deja una vez más en evidencia la vulnerabilidad de los cuerpos de seguridad en Sinaloa y el alto costo que implica proteger a la sociedad y a quienes están al frente de la seguridad estatal.
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