Por Bruno Cortés
La tarde del viernes se volvió de incertidumbre legislativa. A pesar de las expectativas generadas durante toda la semana, la presidenta de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, informó que hasta las 7:30 de la noche del 3 de octubre, la minuta de la Ley de Amparo todavía no había llegado a San Lázaro desde el Senado.
Con un mensaje directo en sus redes sociales, la legisladora escribió: “Son las 7:30 pm, del viernes 3 de octubre, y me han preguntado por varias vías si ya recibimos la minuta de la #LeyDeAmparo. Informo que la Cámara de Diputados -hasta el momento- no ha recibido dicho documento por parte del Senado. Estamos pendientes”.
La declaración no es menor. La Ley de Amparo es una de las piezas legales más importantes del país, porque regula el mecanismo que tienen los ciudadanos para defender sus derechos cuando consideran que una autoridad los vulnera. Cualquier cambio en esta ley impacta directamente en la forma en que la gente puede recurrir a la justicia. Por eso, la falta de claridad sobre el estado de la minuta genera inquietud entre especialistas, organizaciones civiles y partidos políticos.
La minuta en cuestión fue aprobada recientemente en el Senado de la República, en medio de un intenso debate. El proyecto plantea modificaciones al alcance de los juicios de amparo, particularmente en lo que respecta a la suspensión de leyes y actos generales, un tema que ha dividido a la clase política. Para algunos, se trata de un intento de limitar el poder del Poder Judicial frente a decisiones del Ejecutivo y el Legislativo; para otros, de una medida para evitar abusos en el uso del amparo por parte de intereses particulares.
Desde el punto de vista del procedimiento, el Senado debe remitir la minuta a la Cámara de Diputados para su análisis y eventual aprobación. Sin embargo, hasta el cierre del viernes, eso no había ocurrido. López Rabadán, quien pertenece al Partido Acción Nacional (PAN), subrayó que estará atenta a la recepción del documento y a que el proceso se lleve con transparencia y conforme a la ley.
El retraso ha generado suspicacias, sobre todo porque la Ley de Amparo se ha convertido en un tema políticamente sensible, que toca fibras institucionales como la independencia judicial, los límites del poder y la protección de los derechos ciudadanos. En un Congreso dividido y con la sucesión presidencial a la vuelta de la esquina, cualquier movimiento legislativo en este tema se lee con lupa.
Por ahora, el balón sigue en la cancha del Senado, y en San Lázaro se mantiene la expectativa. Mientras tanto, la presidenta de la Cámara de Diputados ha dejado claro que el tema no pasará desapercibido. La discusión sobre la Ley de Amparo apenas comienza, pero ya dejó ver que será una de las más intensas de este periodo legislativo.
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