Por Bruno Cortés
El debate en el Senado del pasado 1 de octubre se tornó tenso cuando la senadora del Partido Acción Nacional (PAN), Lilly Téllez, arremetió contra la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el senador de Morena, Adán Augusto López, al que calificó como “narcosenador”. Las declaraciones surgieron en el marco de la discusión sobre la iniciativa de reforma a la Ley de Amparo impulsada por la mandataria, la cual busca acortar tiempos de resolución de los amparos y limitar las suspensiones provisionales, medidas que han generado preocupación sobre posibles afectaciones al acceso a la justicia y a los derechos de los ciudadanos.
Téllez criticó que la presidenta brindara respaldo a López, vinculado a Hernán Bermúdez, presunto líder del grupo criminal “La Barredora”. La legisladora aseguró que estas relaciones representan un “narcopacto” respaldado por la administración de Morena, y que la reforma al amparo podría dejar desprotegidos a los ciudadanos frente a abusos de autoridad. “Queridas familias mexicanas, ahora la bancada de los mafiosos va a atacar el amparo por instrucciones de Sheinbaum. En lugar de atacar al crimen organizado, van a atacar el único escudo que protege a los ciudadanos frente a los abusos del gobierno corrupto”, enfatizó.
Durante su intervención, Lilly Téllez calificó a Adán Augusto López y a Bermúdez Requena como “criminales de cuello negro” y señaló que Sheinbaum defendió públicamente al senador pese a los señalamientos sobre presuntas actividades ilícitas. La senadora acusó que el respaldo presidencial se dio bajo el argumento de la reducción de violencia en Tabasco, ignorando presuntos vínculos con actividades delictivas.
El debate también estuvo marcado por interrupciones de legisladores de Morena, quienes insistieron en que Téllez se limitara a discutir la reforma al amparo. Sin embargo, la senadora continuó denunciando lo que calificó como violaciones a la Constitución y un respaldo a un presunto “narcopacto” dentro del poder legislativo.
La reforma en cuestión busca agilizar los procesos judiciales, reduciendo los tiempos de resolución y estableciendo restricciones en la presentación de amparos, lo que ha desatado un intenso debate entre quienes defienden la eficiencia del sistema judicial y quienes temen que se afecten los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Lilly Téllez concluyó que la presidenta de México, al apoyar a figuras como López y Bermúdez, estaría debilitando el amparo y, con ello, el escudo legal que protege a los ciudadanos de posibles abusos del poder público. Las declaraciones han encendido la polémica política y anticipan un debate intenso en las próximas semanas sobre la reforma al amparo y la relación entre el gobierno federal y ciertos actores del Senado.
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