Por Bruno Cortés
El diputado Elías Lixa Abimerhi, coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, lanzó una advertencia que suena a eco de lo que muchos ciudadanos perciben: la polarización política no está dando frutos y, por el contrario, amenaza con romper la cohesión social. En palabras sencillas, explicó que cuando la política se convierte en un juego de “todo o nada”, gana el pleito pero pierde la gente.
Lixa recordó una frase de Carlos Castillo Peraza: “la política de todo o nada tiene buena prensa”, pero aclaró que en la práctica lo que construye verdaderamente una sociedad es la búsqueda de unidad, no el aplastamiento del que piensa diferente. Según él, el gobierno ha caído en la costumbre de atacar a quienes disienten, lo que calificó como un comportamiento antidemocrático que “poco le rinde al país”.
El legislador también tocó un tema que preocupa a muchas familias: la violencia en los planteles de la UNAM y en distintos estados del país. Aseguró que en vez de enfocarse en soluciones que promuevan la cohesión social, el Gobierno Federal ha preferido mirar hacia otro lado o incluso castigar a los jóvenes. En este punto coincidió con la presidenta de la Cámara de Diputados en que el presupuesto debe destinar recursos reales a la salud mental, en especial de los jóvenes, para atender la raíz del problema.
Otro de sus señalamientos fue sobre el proceso del presupuesto federal. Denunció que en los últimos seis años los diputados han sido relegados, aprobando documentos que llegan desde las oficinas del Ejecutivo en “fast track”, sin discusión ni reasignaciones. Para él, eso significa renunciar a la función principal de la Cámara: defender las causas y necesidades de la sociedad.
El panista también fue cuestionado sobre las acusaciones que han surgido contra el senador morenista Adán Augusto López Hernández. Respondió que se deben llevar a cabo todas las investigaciones necesarias, tanto en ese caso como en otros escándalos que han golpeado al país, como el “huachicol fiscal”. Explicó que este esquema, que consiste en importar gasolina de Estados Unidos sin pagar impuestos, ha provocado un daño al erario de unos 180 mil millones de pesos. Aseguró que, aunque desde Morena quieran llamarlo de otra manera, la práctica sigue existiendo porque el gobierno ha sido complaciente con quienes la operan.
Frente a este panorama, Lixa planteó una reforma al Código Penal Federal para que cualquier funcionario público ligado al crimen organizado, como cómplice o líder, no pueda volver a salir de prisión. En su visión, sólo así se podrá frenar la complicidad entre política y delincuencia que tanto daño ha hecho al país.
La postura de Lixa es clara: sin unidad, sin discusión real del presupuesto y sin castigos ejemplares a quienes delinquen desde el poder, México seguirá atrapado en un círculo de polarización, violencia e impunidad que no beneficia a nadie.
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