Por Juan Pablo Ojeda
Red Bull Racing confirmó oficialmente la salida de Christian Horner como jefe de equipo, poniendo fin a dos décadas de liderazgo que marcaron la historia de la escudería en la Fórmula 1. Horner, despedido en julio pasado y con un contrato vigente hasta 2030, alcanzó un acuerdo de indemnización tras su salida. En un comunicado, expresó: “Ha sido un honor y un privilegio liderar el equipo. Estoy increíblemente orgulloso de lo que hemos logrado, batiendo récords y alcanzando metas que nadie habría imaginado. Mi mayor satisfacción ha sido reunir y dirigir a un grupo extraordinario de personas talentosas”.
Durante su mandato, Horner supervisó la época más gloriosa de Red Bull, con Sebastian Vettel al volante logrando cuatro campeonatos consecutivos de pilotos y constructores entre 2010 y 2013, y Max Verstappen ganando los últimos cuatro campeonatos de pilotos entre 2021 y 2024, además de los títulos de constructores en 2022 y 2023. Bajo su liderazgo, la escudería acumuló 124 victorias, 107 ‘poles’ y 287 podios, consolidando a Red Bull Racing como uno de los equipos más exitosos y admirados de la Fórmula 1.
No obstante, al momento de su despido, el equipo atravesaba una racha complicada: ocupaba la cuarta posición en la clasificación de constructores, a 288 puntos del líder McLaren, con Ferrari y Mercedes también por delante. Pese a ello, la escudería celebró recientemente un triunfo en la carrera de Bakú con Verstappen.
Oliver Mintzlaff, director ejecutivo de Red Bull, agradeció a Horner por su trabajo: “Su compromiso, experiencia, conocimientos y pensamiento innovador han sido fundamentales para consolidar a Red Bull Racing. Siempre formarás parte de la historia del equipo”.
La salida de Horner se suma a la partida de otras figuras clave en los últimos 18 meses, como el ingeniero Adrian Newey, ahora en Aston Martin, y el director deportivo Jonathan Wheatley, quien se incorporó a Kick Sauber. Tras la reorganización interna, Laurent Mekies asumió el cargo de Horner desde julio de 2025, mientras que Alan Permane sustituyó a Mekies al frente de la escudería Racing Bulls.
La marcha de Horner marca el final de una era de éxitos sin precedentes, pero también abre un nuevo capítulo para Red Bull Racing, con cambios estratégicos que buscarán mantener a la escudería en la pelea por los campeonatos de la Fórmula 1.
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