Por Juan Pablo Ojeda
Apple acaba de subir la apuesta en la guerra de smartphones con la presentación del iPhone 17, y lo hace con una novedad que pocos esperaban: tres variantes de chip en un mismo lanzamiento. El A19 equipa al modelo base, el A19 Pro potencia al iPhone 17 Pro y Pro Max, mientras que el iPhone Air recibe una versión intermedia con un núcleo de GPU deshabilitado.
Todos los chips están fabricados en el avanzado proceso de 3 nanómetros de TSMC, considerado el más eficiente y potente del mercado. Pero las diferencias entre ellos no son solo técnicas: afectan directamente el rendimiento gráfico, la gestión de inteligencia artificial, la refrigeración y la eficiencia energética del dispositivo.
El iPhone 17 base cuenta con 6 núcleos de CPU y 5 de GPU, suficiente para navegar, jugar y editar video en 4K. El A19 Pro añade un núcleo extra en la GPU y más caché de último nivel, lo que se traduce en mayor potencia para juegos en 3D, apps de realidad aumentada y cálculos complejos de machine learning. Por su parte, el iPhone Air equilibra rendimiento y eficiencia, ideal para usuarios que buscan ligereza sin sacrificar potencia.
Apple destaca que el A19 Pro ofrece la CPU más rápida en un móvil y la GPU más avanzada hasta la fecha, junto con un Neural Engine hasta cuatro veces más potente que el del A18 Pro. Además, incluye sistema de refrigeración por cámara de vapor y hasta 12 GB de RAM, frente a los 8 GB del modelo base, mejorando multitarea y rendimiento sostenido en aplicaciones exigentes.
En resumen, el A19 basta para la mayoría de los usuarios, mientras que el A19 Pro está pensado para quienes buscan el máximo rendimiento y planean aprovechar al máximo la nueva generación de apps con inteligencia artificial. La estrategia de Apple deja claro que hay un iPhone 17 para cada tipo de usuario, desde el casual hasta el profesional.
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