Por Bruno Cortés
El Senado mexicano se prepara para un nuevo cambio de timón. Este 29 de agosto, las y los senadores se reunirán en una junta previa para elegir a la nueva Mesa Directiva, con lo que concluye oficialmente el ciclo de Gerardo Fernández Noroña al frente de la Cámara Alta.
Desde su llegada a la presidencia del Senado, Noroña no pasó desapercibido. Durante su última conferencia como presidente, hizo un repaso de lo que llamó una gestión “extraordinaria” y, fiel a su estilo, no se fue sin lanzar críticas directas a la oposición.
Según el legislador del PT, no hubo sesiones reventadas ni parálisis legislativa, a pesar de momentos tensos como la votación de la reforma judicial —aquella en la que se vivió la toma violenta del pleno—, pero que, destacó, “se logró sacar adelante”. A su juicio, los avances no fueron solo mérito personal, sino el resultado de un trabajo colectivo.
Aun así, Fernández Noroña considera que su papel al frente del Senado fue más que decorativo. Recordó que su llegada al cargo no fue algo planeado: tras no ganar la candidatura presidencial interna de Morena, su nombre fue impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien lo respaldó frente a las resistencias dentro de su propio partido.
En su despedida, adelantó que los próximos debates legislativos no serán menos polémicos. Por ejemplo, mencionó que el tema de la “traición a la patria” —derivado de una iniciativa de la senadora Lilly Téllez que planteaba la intervención militar de EE.UU. en México— ocupará un lugar en la agenda política. Prometió que ese tipo de temas serán discutidos de cara a la ciudadanía, para que cada grupo parlamentario muestre con claridad su postura.
Fernández Noroña también aprovechó para hacer una evaluación de sus adversarios políticos. Según él, la oposición quedó rebasada y sin rumbo en el último año. “No ofrecen alternativas, están más preocupados por provocar que por proponer, y se exhiben solos con actitudes majaderas y sin seriedad”, afirmó tajante.
Antes de irse, dejó clara su lectura del momento político: “La oposición no se da cuenta de que este año ha sido fatal para ellos. Su desgaste y su descrédito son evidentes”, sentenció.
La última sesión que presidirá será la de la Comisión Permanente del Congreso este miércoles, y, entre cajas y archivos, Noroña ya se prepara para entregar su oficina. Aunque deja la presidencia del Senado, no parece que dejará de hacer ruido en la política mexicana.
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