Por Juan Pablo Ojeda
En plena “Mañanera del Pueblo”, la presidenta Claudia Sheinbaum encendió las alertas sobre un dato que afecta directamente a millones de familias mexicanas: las remesas desde Estados Unidos cayeron un 5% en lo que va de 2025, comparado con los niveles récord registrados en 2023 y 2024.
El dato más preocupante se dio entre junio y julio, cuando la caída fue del 16% mensual, algo que no se había visto en años recientes. Según la presidenta, el flujo de dinero que mandan nuestros paisanos ha regresado a niveles similares a los de 2022, luego de dos años de aumentos históricos.
¿A qué se debe esta caída? Sheinbaum no dudó en señalar una posible causa: las políticas migratorias de Donald Trump en Estados Unidos, quien ha endurecido su discurso —y sus acciones— contra la comunidad migrante, en medio de un clima político cargado por la elección presidencial estadounidense.
“Se está trabajando para saber exactamente cuáles son las causas de esta reducción”, dijo Sheinbaum. Pero adelantó que el entorno hostil que enfrentan los mexicanos en el país vecino puede estar dificultando el envío de dinero, ya sea por menores ingresos, más restricciones o simplemente por miedo. Aun así, aclaró que el número de repatriaciones no ha subido drásticamente en comparación con otros periodos, lo cual deja abierta la investigación sobre otros factores económicos o sociales.
Este tema no es menor. Las remesas representan una fuente vital de ingreso para millones de hogares en México, sobre todo en estados como Michoacán, Guanajuato, Jalisco y Oaxaca. Cualquier cambio en este flujo afecta directamente el consumo interno, el bienestar de las familias y hasta el tipo de cambio del peso frente al dólar.
El año pasado, México rompió récords con más de 63 mil millones de dólares en remesas, posicionándose como uno de los principales receptores a nivel global. Por eso, aunque una caída del 5% suene pequeña, la señal es preocupante. No solo por el dinero que deja de llegar, sino por lo que significa en términos del trato a los migrantes mexicanos y las condiciones en que viven en EE.UU.
La presidenta dejó claro que su gobierno ya está investigando a fondo el fenómeno y que buscarán proteger a los connacionales desde los consulados y reforzar la red de apoyo, especialmente si las presiones en el país del norte continúan.
En resumen: el dinero que llega del otro lado se está enfriando, y en un contexto de elecciones en Estados Unidos, con Trump como protagonista, ese frío podría intensificarse.
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