Por Juan Pablo Ojeda
En medio de una lluvia de rumores, especulaciones mediáticas y descalificaciones políticas, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del expresidente Andrés Manuel López Obrador, decidió alzar la voz y aclarar lo que hasta ahora solo era un runrún alimentado por sectores opositores y medios internacionales: ¿se fue a vivir a España con su hijo?
La catedrática e investigadora, conocida por su bajo perfil mediático, rompió el silencio este lunes a través de sus redes sociales, donde publicó una carta contundente, con su característico estilo directo, en la que niega tajantemente haber abandonado México, y asegura que tanto ella como su hijo, Jesús Ernesto, siguen viviendo en el país.
La respuesta llegó tras la publicación de una nota del diario español ABC, que afirmaba que Gutiérrez Müller se había instalado en el exclusivo suburbio madrileño La Moraleja, para que su hijo estudiara en la Universidad Complutense de Madrid, cuyo costo anual, según diversos medios, superaría el medio millón de pesos mexicanos. La versión fue retomada por medios nacionales y alimentó críticas desde la oposición, que calificaron como contradictorio que quien exigió disculpas al rey Felipe VI por la Conquista ahora decidiera mudarse a España.
Pero Gutiérrez Müller no se quedó callada.
“No me he ido a vivir allá ni a ningún otro lado. Tampoco Jesús Ernesto”, escribió.
“Estoy enamorada de ese hombre y de mi hijito. Somos una familia muy unida a la cual han vilipendiado por los ideales de ese loco hermoso llamado AMLO”, agregó, en una defensa directa y emocional hacia su esposo, el expresidente tabasqueño.
En el mismo mensaje, acusó a medios como ABC de “calumniadores profesionales de la derecha más rancia y corrupta”, comparándolos con los diarios mexicanos de línea crítica como Reforma y El Universal. Además, reiteró que no tiene ninguna intención de dedicarse a la política, ni de desligarse de su trabajo académico en una universidad pública del país, el cual, afirmó, mantiene desde hace décadas.
“Me dedico, desde hace décadas, a la docencia e investigación. Sigo trabajando en México. Nunca he considerado abandonarlo”, remató.
Más allá del desmentido, el episodio refleja el nivel de polarización política que sigue marcando el espacio público incluso tras el fin del sexenio de López Obrador. Para algunos, la figura de Gutiérrez Müller representa la parte “intelectual” del lopezobradorismo; para otros, es un blanco más para seguir desgastando la narrativa de la 4T desde el plano personal y familiar.
Con esta declaración, Beatriz Gutiérrez intenta cortar de raíz un relato que ya había tomado vuelo en medios internacionales y en redes sociales. Pero también lanza un mensaje político en clave personal: defender la integridad de su familia sigue siendo una prioridad, incluso fuera de Palacio Nacional.
































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