Por Juan Pablo Ojeda
Durante su participación en la Conferencia del Pueblo, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció que, gracias a la Ley de Aduanas, el gobierno federal ha logrado recaudar 180 mil millones de pesos en lo que va del año. Esta cifra representa un incremento notable en los ingresos federales, lo que según la mandataria refleja el fortalecimiento del sistema fiscal y aduanero del país.
Pero eso no es todo: Sheinbaum adelantó que vienen cambios importantes en el sistema de aduanas, ya que el gobierno busca garantizar una participación corresponsable de todos los actores involucrados en el proceso aduanal, desde los servidores públicos hasta los agentes aduanales, quienes hasta ahora —según dijo— no asumían responsabilidad directa sobre los productos que certificaban.
“Buscamos que haya corresponsabilidad, desde el servidor público que está a cargo de una aduana hasta los agentes aduanales”, explicó. En otras palabras, el nuevo enfoque no solo se trata de eficiencia recaudatoria, sino también de cerrar filas contra posibles actos de corrupción, omisiones o irregularidades.
Sheinbaum subrayó que los agentes aduanales, figuras clave en el comercio internacional al certificar productos que entran y salen del país, “antes no eran corresponsables” si algo salía mal o si se detectaban irregularidades en las importaciones. Ahora, el plan del gobierno es integrarlos formalmente en el esquema de responsabilidad, lo que marcaría un cambio importante en la forma en que se manejan las operaciones aduaneras en México.
Esta estrategia busca no solo mejorar la transparencia y eficiencia, sino también seguir aumentando la recaudación sin necesidad de subir impuestos. En palabras de la presidenta, es una muestra de que “sí se puede tener finanzas sanas combatiendo la corrupción y mejorando la administración”.
Con esta reforma en puerta, el gobierno federal apunta a blindar las aduanas, hacer más justo el comercio internacional y asegurarse de que todos los involucrados rindan cuentas.
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