Por Juan Pablo Ojeda
La polémica por el lanzamiento del modelo ‘Oaxaca Slip On’ de Adidas, una sandalia inspirada en los tradicionales huaraches mexicanos, ha escalado hasta el más alto nivel de la política nacional. La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que ya hay contacto directo entre la marca deportiva y el Gobierno de Oaxaca, y advirtió que si no se llega a un acuerdo, se tomarán medidas legales por posible violación al patrimonio cultural colectivo.
“En realidad, es una propiedad intelectual colectiva. Entonces, tiene que haber un resarcimiento, tiene que cumplirse con la Ley de Patrimonio”, sentenció Sheinbaum durante la conferencia matutina del viernes 8 de agosto de 2025. Acompañada por autoridades culturales, explicó que el caso será atendido con el respaldo legal del Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor).
Por su parte, Marina Núñez, subsecretaria de Desarrollo Cultural, detalló que ya comenzaron los primeros acercamientos con Adidas y que las conversaciones estarán acompañadas por la Secretaría de Cultura. “Van a iniciar pláticas, y llevan el apoyo del Indautor porque así lo dicta la Ley de Patrimonio”, explicó.
El conflicto estalló luego de que Adidas presentara oficialmente el modelo ‘Oaxaca Slip On’ el pasado lunes, en colaboración con el diseñador estadounidense Willy Chavarría. De inmediato, la Secretaría de las Culturas y Artes del Gobierno de Oaxaca (Seculta) emitió un comunicado exigiendo la suspensión de la comercialización del producto, una reparación del daño a la comunidad de Yalalag, y un reconocimiento público del origen cultural de los diseños utilizados.
La controversia ha abierto nuevamente el debate sobre la apropiación cultural por parte de grandes empresas multinacionales que utilizan iconografía, técnicas y símbolos de pueblos originarios sin permiso ni beneficio para las comunidades.
La presidenta Sheinbaum también adelantó que su administración trabaja en una nueva ley que refuerce la protección del patrimonio cultural y que evite este tipo de abusos en el futuro.
“Vamos a ver si en la plática se resuelve y si no, pues ya estamos estudiando también la vía legal”, advirtió la mandataria.
El caso ha generado reacciones divididas en redes sociales, donde se cuestiona si grandes marcas globales deben lucrar con elementos culturales sin compartir beneficios con sus creadores originales. Mientras tanto, en Oaxaca, la comunidad de Yalalag espera que esta vez su herencia no sea invisibilizada.
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