Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó este martes que la salida de Teresa Guadalupe Reyes Sahagún como titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) fue una decisión personal. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum aseguró que Reyes Sahagún continuará colaborando en otras áreas del Gobierno federal.
“Ella decidió dejar este espacio, pero es una mujer extraordinaria, de mucha sensibilidad, mucha convicción, honesta. Ella tomó la decisión de que su ciclo en la Comisión había terminado”, expresó la mandataria.
Sheinbaum añadió que actualmente se analiza el perfil de quien encabezará la CNB tras la salida de Reyes Sahagún, cuyo último día en funciones será el 31 de agosto.
“Nos va a seguir ayudando en otras áreas, y se está definiendo quién es el mejor perfil para poderlo presentar, creo que pasa por el Senado”, puntualizó la presidenta.
La renuncia de Reyes Sahagún ocurre en un contexto especialmente delicado: México enfrenta una crisis de personas desaparecidas, con más de 130 mil casos acumulados según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).
El anuncio fue oficializado previamente por la Secretaría de Gobernación (Segob), que informó que la próxima semana se publicarán las bases para la consulta pública que definirá a la nueva titular de la Comisión, en cumplimiento con lo establecido en los artículos 51 y 52 de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada.
La Segob señaló que el proceso será “abierto, transparente y con amplia participación”, dirigido especialmente a colectivos de víctimas, personas expertas y organizaciones de la sociedad civil especializadas en desapariciones forzadas.
Durante su gestión, Reyes Sahagún enfrentó críticas por su falta de experiencia en temas de desaparición, dado que anteriormente se desempeñó como coordinadora de las delegaciones de Bienestar del Gobierno federal y como directora general del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA).
Su salida abre un nuevo capítulo en la lucha contra las desapariciones en México, en un momento en el que las víctimas y sus familias exigen mayor capacidad institucional y sensibilidad para enfrentar una de las crisis humanitarias más complejas del país.
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