Por Juan Pablo Ojeda
Desde Londres, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, anunció este sábado una iniciativa humanitaria urgente: su país colaborará con Jordania y otros aliados para lanzar ayuda por vía aérea sobre Gaza y evacuar a niños en estado crítico que necesiten atención médica inmediata. La decisión llega en un momento clave para la región, mientras se multiplican los llamados internacionales a un alto el fuego inmediato.
El anuncio se dio tras una conversación telefónica entre Starmer, el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Friedrich Merz, como parte del grupo E3 (Reino Unido, Francia y Alemania), en la que se comprometieron a trabajar en un plan conjunto de tregua que siente las bases para una paz duradera y la solución de dos Estados. Según Downing Street, una vez esté listo, el plan será compartido con otros aliados para ampliar el respaldo internacional.
Este contacto trilateral ocurre en un contexto diplomático de alta tensión. Ayer mismo, el grupo E3 publicó un comunicado conjunto en el que urgía a Israel a levantar las restricciones a la ayuda humanitaria y reiteraba su oposición a cualquier intento de anexión de territorios palestinos ocupados.
En cuanto al reconocimiento del Estado palestino, el Reino Unido se mantiene cauteloso. A pesar de que más de 200 diputados británicos firmaron una petición instando al gobierno a avanzar en esa dirección durante la próxima conferencia de la ONU auspiciada por Francia y Arabia Saudí en Nueva York, Starmer fue claro: no habrá reconocimiento inmediato. A diferencia de Macron, quien ya anunció que lo hará en septiembre en la Asamblea General, el primer ministro británico insiste en que el reconocimiento de Palestina solo será útil si forma parte de un acuerdo de paz más amplio y viable.
La conversación entre los tres líderes también abordó otros temas críticos de la agenda global. Sobre la guerra en Ucrania, coincidieron en que es indispensable mantener la presión sobre el presidente ruso Vladímir Putin y continuar con el apoyo militar a Kiev, en medio de una guerra que sigue prolongándose sin señales claras de resolución.
Respecto al programa nuclear de Irán, los dirigentes fueron contundentes: si Teherán no retoma la vía diplomática ni colabora con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el restablecimiento de sanciones será inevitable al final de agosto.
La posición del Reino Unido refleja una apuesta por el multilateralismo y la acción humanitaria urgente, pero también evidencia tensiones internas sobre el rol que debe jugar el país en el complejo tablero del conflicto en Medio Oriente. Por ahora, Starmer mantiene la ruta del equilibrio diplomático, confiando en que la solución pase por una coalición más amplia de naciones dispuestas a construir la paz desde el terreno, y no solo desde el discurso.
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