Por Juan Pablo Ojeda
Después de meses de sequía, el puerto por fin celebró. Mazatlán FC volvió a ganar en casa, y lo hizo con autoridad: 2-1 ante Puebla, en un partido que significó no solo romper una racha de más de tres meses sin victoria, sino también firmar el mejor arranque de torneo en la corta historia del club.
Los dirigidos por Robert Dante Siboldi dejaron atrás la jornada 13 del Clausura 2025 —cuando vencieron al Atlas en marzo— y este fin de semana, frente a su gente en «El Encanto», sumaron su primera victoria del Apertura, tras empatar en la fecha 1 ante Cruz Azul. Hoy, los Cañoneros están invictos y con cuatro puntos en dos partidos, una cifra que ilusiona.
El partido arrancó con intensidad. Apenas al minuto 9, Alberto Herrera rompió el cero con una gran definición, adelantando a los de casa y encendiendo al público mazatleco. El golpe fue duro para Puebla, que no logró reaccionar de inmediato. Mazatlán lo supo y aprovechó el descontrol: a los 38 minutos, Jordan Sierra aumentó la ventaja con un gol que a la postre sería decisivo.
A partir de ahí, el plan fue claro: defender con el balón y manejar los tiempos. Siboldi le bajó las revoluciones al encuentro, haciendo que sus jugadores cuidaran la ventaja. Y aunque Puebla despertó tarde, lo hizo con peligro. Emiliano Gómez descontó al minuto 73 y puso nervios en las gradas, pero el tiempo no les alcanzó.
El silbatazo final confirmó que Mazatlán está teniendo un arranque distinto. Este equipo, que en torneos pasados parecía condenado a pelear en la parte baja de la tabla, hoy muestra una cara más sólida, más táctica y con mejor funcionamiento colectivo. No se trata solo de aguantar el resultado, sino de entender el juego, y ese sello comienza a notarse con Siboldi al mando.
Falta mucho torneo, es cierto, pero en un campeonato corto como el mexicano, cada punto vale oro. Y si Mazatlán sigue sumando, podría soñar con algo más que simplemente no quedar en los últimos lugares. Por lo pronto, la afición ya tiene motivos para ilusionarse.
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