Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta Claudia Sheinbaum hizo un llamado directo y sin rodeos: que la segunda marcha contra la gentrificación, programada para este domingo 20 de julio en la Ciudad de México, se realice sin violencia. En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, defendió el derecho a la manifestación, pero también puso un límite claro: no a los disturbios.
“Que no haya violencia. En México hay derecho a la manifestación, a la libre expresión, aunque algunos digan que no, eso es falso”, dijo la mandataria, recordando que el derecho a protestar está garantizado, pero no incluye dañar negocios o propiedades, como ocurrió en la primera movilización del 4 de julio en la zona Roma-Condesa.
Sheinbaum también se pronunció contra cualquier discurso de odio dirigido hacia extranjeros. Señaló que si bien es legítimo que los mexicanos exijan condiciones justas de vida en sus barrios, eso no debe convertirse en xenofobia contra quienes llegan del extranjero.
“Es muy importante que quienes vienen a vivir a México sean respetuosos de nuestras leyes, de nuestra Constitución y respetuosos con todas y todos los mexicanos”, dijo.
La presidenta celebró el nuevo plan de 14 acciones contra la gentrificación presentado por el Gobierno de la Ciudad de México. El programa incluye medidas para frenar los desalojos, regular precios de renta, y garantizar que las personas no tengan que abandonar los barrios donde han vivido toda su vida, pese al encarecimiento generado por el desarrollo urbano y la llegada de residentes con mayor poder adquisitivo.
“Este es un programa integral para fortalecer que quien vive en su colonia se pueda quedar en su colonia, y que aunque haya desarrollo urbano, no se generen estos esquemas de gentrificación que provocan altos costos de la renta y de la vida en esos lugares”, explicó Sheinbaum.
La problemática de la gentrificación ha escalado tanto en la capital mexicana que ya no es sólo tema de activistas o vecinos en resistencia: es un asunto de agenda nacional. Por eso, la presidenta no sólo respaldó el derecho a protestar, sino que también subrayó que el gobierno ya está trabajando para responder a las causas que originan estas marchas.
Este domingo, colectivos y organizaciones se reunirán en el sur de la Ciudad de México para dar visibilidad a la crisis habitacional que viven muchas personas, particularmente en colonias donde los precios de renta se han disparado. El mensaje de la mandataria es claro: protestar sí, pero sin violencia.
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