Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta Claudia Sheinbaum abordó hoy en su conferencia matutina el tema del desabasto de medicinas en el IMSS, y lo hizo con contundencia: dijo que la institución no está en bancarrota y que tanto el IMSS como el ISSSTE cuentan con más recursos ahora que nunca.
Cuando se le preguntó sobre las quejas de derechohabientes, que aseguran la falta de medicamentos y estudios médicos, Sheinbaum respondió de manera tajante:
“No estaban en bancarrota. El IMSS y el ISSSTE tienen más recursos ahora que lo que han tenido en toda su historia. El ISSSTE ha tenido más problemas, pero se está capitalizando. Se privatizaron muchos servicios.”
Sin embargo, la realidad del IMSS muestra cifras difíciles de ignorar. En 2024, se reportaron 4 527 281 recetas no surtidas, lo que equivale a 11 575 307 piezas de medicamentos sin entregarse a quienes los necesitaban, entre el 1 de enero y el 19 de diciembre.
Aunque esta cifra es menor que durante la pandemia —cuando se dejaron de surtir más de 50 millones de recetas— sigue siendo el triple del promedio antes de 2019 (alrededor de 1.5 millones). En comparación:
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2019: ~5 000 000 recetas no surtidas
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2023: 5 185 000 recetas
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2020–2022 (pandemia): más de 50 millones en total
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2024: 4.5 millones, aún muy elevado
Entre los medicamentos faltantes se encuentran tratamientos oncológicos, insulina NPH, amlodipino, liraglutida, desmopresina, levetiracetam y atorvastatina. La falta de estos insumos obliga a los pacientes a comprarlos de manera privada, lo que representa un golpe al bolsillo y un riesgo para su salud.
Pese a haber implementado iniciativas como la Megafarmacia del Bienestar y un esquema de compras centralizadas a través de Birmex, el desabasto persiste. Analistas atribuyen esto a fallas estructurales en la planeación, problemas logísticos y posibles prácticas de corrupción que no se han resuelto.
Por otra parte, el recién creado IMSS-Bienestar también enfrenta dificultades: entre el 1 de agosto y el 19 de diciembre de 2024 registró 7 296 recetas sin surtir. Incluso las Fuerzas Armadas reportaron desabasto: entre enero y noviembre de 2024, la Sedena acumuló 1 282 000 recetas sin surtir (32.9 % del total), y la Marina 45 455 recetas (4.6 %).
Aunque Sheinbaum defiende que el financiamiento es adecuado, la brecha entre recursos disponibles y la entrega real de medicamentos sigue abierta. Si bien el Gobierno federal ha reforzado sus esfuerzos, la falta de medicamentos esenciales revela que los problemas siguen siendo urgentes y necesitan soluciones estructurales y operativas.
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