Noticias de México

Historia de lo inmediato

Monreal defiende a Sheinbaum y va contra la corrupción educativa

Por Bruno Cortés

 

En medio del vaivén de la política internacional y de los reclamos nacionales por la rendición de cuentas, el diputado Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados, salió a poner orden y dar un mensaje claro: respaldo total a la presidenta Claudia Sheinbaum, diálogo con la oposición sin confrontar y mano firme contra la corrupción en las universidades públicas. Todo en una misma jornada.

La primera parte del día giró en torno a la política exterior. Luego de que se cancelara un esperado encuentro entre la presidenta Sheinbaum y el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el marco de la Cumbre del G7 en Canadá, hubo quienes en la oposición celebraron la noticia como si fuera una derrota. Monreal no tardó en responder: “Alegrarse por eso no es civilidad política, es mezquindad, aunque no quiero usar esa palabra”, dijo, dejando claro que la política no puede basarse en desearle el mal al país con tal de llevarle la contra al gobierno.

El legislador defendió el viaje de Sheinbaum a Alberta, destacando su actitud abierta y diplomática, y subrayó que la cancelación del encuentro se debió a asuntos graves que llevaron a Trump a dejar abruptamente la Cumbre, como los conflictos en Irán e Israel. Nada que tenga que ver con una supuesta negativa hacia México. Monreal lo puso simple: “Fue un incidente menor, pronto se restablecerá la relación bilateral”.

Pero lo más sólido del día vino de casa. Monreal encabezó la firma del Acuerdo Nacional de Cuentas y Transparencia en las Universidades Públicas, junto con la ANUIES, el organismo que agrupa a las principales instituciones de educación superior del país. El acuerdo, aunque no tan mediático como los viajes presidenciales, tiene dientes: busca establecer mecanismos para que las universidades rindan cuentas claras sobre el uso del dinero público.

El mismo Monreal lo dijo sin rodeos: “Hace diez años esto era impensable. Hoy, aceptan auditorías y transparencia como parte de su funcionamiento”. Esto, por supuesto, evoca a un episodio que marcó al sexenio pasado: la llamada Estafa Maestra, donde universidades públicas sirvieron como vehículo para desviar miles de millones de pesos del erario a través de contratos simulados.

“Todo eso debe terminar”, sentenció Monreal. Y aunque reconoció que este acuerdo no lo resuelve todo, sí crea un candado institucional que hace más difícil repetir ese tipo de fraudes.

Lo más interesante es cómo este acuerdo mezcla dos ingredientes clave: por un lado, la exigencia de eficiencia y honestidad en el uso de los recursos, y por otro, el compromiso de fortalecer la calidad educativa. Porque no se trata sólo de saber en qué se gasta el dinero, sino de garantizar que ese gasto se traduzca en mejores condiciones para estudiantes y maestros.

Así, en una sola jornada, Monreal logró mover la agenda política en dos frentes importantes: uno, defender la postura internacional de México sin caer en el pleito con la oposición, y otro, impulsar una política interna de control y vigilancia sobre el gasto educativo.

Puede que en los próximos días el ruido se concentre en temas más estridentes, pero este tipo de acuerdos —y las posturas que los respaldan— son los que terminan marcando la diferencia entre el discurso y los hechos. Porque al final, la política también se trata de cerrar las brechas por donde se va el dinero público… y la confianza ciudadana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *