El sobrepeso es uno de los factores de riesgo del cáncer, por lo que es fundamental mantener un peso saludable y hacer ejercicio de manera regular. Varios estudios demostraron que las personas con sobrepeso que llevan una vida sedentaria son más propensas a padecer cáncer de mama y de intestino.
Según algunos expertos, el ejercicio controla las hormonas estrógeno e insulina que pueden provocar la división celular en algunos tejidos que en ciertos casos aumenta el riesgo de desarrollar tumores.
También es beneficioso para el sistema inmune que desempeña un papel importante en prevenir el cáncer o, por lo menos, contribuye a frenar su propagación por el organismo. Finalmente, estimula el funcionamiento del sistema digestivo y, por lo tanto, disminuye la exposición del intestino a las toxinas que también pueden provocar cáncer.
Entre los factores de riesgo del cáncer figuran:
los antecedentes familiares;
la edad;
una dieta poco saludable;
el consumo de tabaco y alcohol;
la inactividad física;
la contaminación del aire y la exposición a la radiación.
