El pomolché (Jatropha gaumeri) es una planta nativa de la península de Yucatán, aunque, de acuerdo con el listado florístico de la Centro de Investigación Científica de Yucatán, también se encuentra en Campeche, Chiapas, Oaxaca y Tabasco.
Esta planta pertenece a la misma familia de que la Jatropha curcas, o piñoncillo, la cual se usa como productora de biocombustible y, antiguamente, se usaba como laxante, aunque cayó en desuso pues la ingestión de semillas puede causar la muerte.
La Jatropha gaumeri se distingue de la curcas por sus hojas cordadas de base acorazonada a orbiculares. Las flores masculinas llegan a tener hasta 10 estambres y sus frutos, esféricos y de cerca de 2 cm de largo, son elipsoidales.
Los usos del pomolché son varios, pero el más conocido es el alivio de enfermedades del corazón, específicamente regulando la presión arterial, un uso que tenía desde la era prehispánica. Además, su savia se usa como un lavado para curar inflamaciones en la boca e incluso se recomienda para casos de diarrea.
Además, también es bien conocida por sus beneficios en el cuidado de la piel, sobre todo cuando se trata de atender infecciones cutáneas.
De hecho, el consumo del polmoché también ha demostrado aliviar las lesiones derivadas de enfermedades como la diabetes.
¿Cómo se usa el pomolché?
Para aliviar males estomacales, la recomendación es hervir cuatro hojas de polmoché en un litro de agua y después ingerir la infusión.
Para tratar las heridas cutáneas, se utiliza la sabia de las hojas y se colocan directamente en la zona afectada.
