• 2 de mayo de 2024 21:59

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Daltonismo: ¿en qué consiste este padecimiento?

CDMX, 3 de enero del 2022.- El daltonismo, también conocido como deficiencia de la visión del color, es una condición en la que se ve disminuida parcial o totalmente la capacidad para apreciar el color. Es una afección relativamente común, ya que los estudios sugieren que hasta el 8 % de las personas con ascendencia europea lo pueden padecer. Te enseñamos todo lo que deberías saber de esta condición.

Existen varios tipos de daltonismo

En este punto conviene recordar que los colores se distinguen por la longitud de la frecuencia de su onda. Los tonos cercanos al rojo (naranja y amarillo) tienen longitudes de onda larga, mientras que los cercanos al violeta (índigo y azul) cuentan con longitudes de frecuencia más cortas. El verde, al situarse en la mitad del espectro, cuenta con una longitud media.

En una persona con daltonismo los pigmentos localizados en sus conos tienen problemas para recibir o interpretar las longitudes de onda. Por tanto, la condición se produce por un desajuste de los conos de la retina del ojo.

Existen varios tipos de daltonismo, aunque de manera general se clasifican en rojo-verde (el más común de todos), azul-amarillo y el daltonismo total. Cada uno de estos cuenta con subclasificaciones de acuerdo con las características en la percepción del espectro. Por ejemplo, se distinguen cuatro en el rojo-verde, dos en el azul-amarillo y dos en el completo.

Por todo esto, es erróneo afirmar que se trata de una condición homogénea. No todo daltónico es igual, de manera que no todos aprecian los colores de la misma manera. De acuerdo con los expertos, solo 1 de cada 30 000 personas desarrolla acromatopsia, la variante total de la afección.

Causas del daltonismo

Ya hemos explicado el mecanismo por el cual se crea el desajuste en la percepción del color. Ahora bien, ¿por qué se produce este desequilibrio? A grandes rasgos podemos determinar dos procesos: uno adquirido y otro heredado. El daltonismo adquirido describe la manifestación de la afección por causas ambientales o enfermedades; mientras que el heredado se debe a una predisposición genética. Veámoslo con mayor detalle.

Trastornos genéticos

El daltonismo congénito describe a aquellas deficiencias en las percepción del color que han sido heredadas por los padres. Es más común en los hombres y la mayoría de los casos se corresponden con deficiencias rojo-verde. Los pacientes suelen presentar una estabilidad de la condición (no mejora o empeora) y por lo general afecta a ambos globos oculares.

Ingesta de algunos medicamentos

La ingesta de algunos medicamentos puede provocar daltonismo leve o moderado. Ciertos fármacos usados para tratar trastornos nerviosos, diabetes, enfermedades autoinmunes, hipertensión, infecciones y trastornos mentales pueden predisponer a algunos pacientes a desarrollarlo. Por ejemplo, se sabe desde hace décadas que el etambutol puede generarlo (se utiliza para tratar la tuberculosis).

Progresión de la edad

Nuestra visión se deteriora de manera natural a medida que envejecemos. Por tanto, la capacidad de los conos para distinguir las longitudes de onda del color disminuye. Es por esto que algunos pacientes desarrollan la afección producto del envejecimiento, sin que medie otra causa de por medio.

Infecciones o enfermedades

Ciertas enfermedades subyacentes pueden alterar la capacidad de percibir o interpretar los colores. Los pacientes diagnosticados con glaucoma, enfermedad de Párkinson, leucemia, degeneración macular, diabetes, anemia de células falciformes y alcoholismo crónico pueden manifestar esta condición ocular.

Exposición a productos químicos

Estos productos pueden ser aquellos contenidos en los fertilizantes, por ejemplo. La exposición a algunos químicos tóxicos puede alterar de manera temporal o permanente la capacidad para distinguir los colores.

El daltonismo adquirido se puede revertir tratando la enfermedad subyacente, el proceso infeccioso, recetando fármacos diferentes y demás. Esto al menos en la mayoría de los casos, ya que en algunos el daño colateral es permanente. La afección hereditaria no tiene cura, aunque existen alternativas para facilitar el día a día de los pacientes.

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