Expertos de diferentes universidades de Europa y Estados Unidos concluyeron en un análisis observacional que existe una asociación entre el encogimiento de la masa encefálica y el consumo de alcohol.
Lo anterior también deriva en un envejecimiento temprano del cerebro. Esto quiere decir que una persona bebedora de 40 años en realidad tiene el cerebro de alguien 10 años mayor.
De acuerdo con este estudio publicado en Nature Communications, consumir alcohol dem forma excesiva provoca problemas neurológicos de moderados a graves, como la atrofia cerebral, la pérdida de neuronas y una menor integridad de las fibras de la sustancia blanca. Sin embargo, su consumo, incluso moderado, sí influye en el tamaño de la masa encefálica.
«Encontramos asociaciones negativas entre la ingesta de alcohol y la macro y microestructura del cerebro. En concreto, el consumo de alcohol se asocia negativamente con las medidas de volumen cerebral global, los volúmenes regionales de materia gris y la microestructura de la materia blanca», explican los especialistas.
El estudio fue publicado por Kanchana Jagannathan, Nathaniel Spilka, Henry R. Kranzler y Reagan R. Wetherill, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Pensylvannia.
La investigación se llevó a cabo con los recursos del Brain Imaging and Genetics in Behavioral Research, con base en datos del Biobanco del Reino Unido.
«Los estudios de neuroimagen han demostrado que el consumo crónico excesivo de alcohol (tres o más bebidas para las mujeres y cuatro o más bebidas para los hombres por día) se asocia con patrones generalizados de cambios macro y microestructurales, que afectan principalmente a las estructuras frontales, diencefálicas, del hipocampo y del cerebelo», detalla el estudio, que fue elaborado a partir de la información de 36.678 personas.
