El Panteón Belén de Guadalajara se considera una joya de la arquitectura funeraria del siglo XIX. Conoce el famoso camposanto y escucha las misteriosas leyendas habitadas por fantasmas, malentendidos, ahorcados, celos rabiosos, asesinatos célebres, muertos vivientes y árboles sangrantes que cobrarán vida mientras paseas por las tumbas, los mausoleos y las capillas que ocupan las calles arboladas del sitio.
Escucha una voz contar que el cementerio comenzó a construirse en 1787, cuando la enfermedad, las heladas y la sequía provocaron que los muertos quedaran tirados en las calles. Busca al gato moteado, a quien los custodios han apodado 666, y que ronda por el pasillo que conduce al sarcófago que fue el depositario de los restos de los hombres ilustres que fueron exhumados y trasladados a la catedral.
Camina entre las lápidas adivinando el profundo desvalance entre el nivel de ingresos de los constructores de cada uno de los espacios y la nimia diferencia que puede existir en este territorio que, de lejos, atemoriza pero, de cerca, a la vez produce cierta paz y serenidad.