CDMX, 11 de marzo del 2022.- Construido en pleno auge del Porfiriato y con una ubicación ideal en el corazón de la capital, el Gran Hotel Ciudad de México es uno de los rincones más fascinantes de la gran metrópoli. Su impresionante arquitectura Art Nouveau y cada uno de sus detalles decorativos, desde su lujoso candil Luis XV en la entrada hasta su emblemático vitral Tiffany, uno de los cuatro más grandes del mundo, te harán sentir parte de cinco siglos de historia, hospedándote en el hotel más icónico de la ciudad en un ambiente de lujo clásico, atención al detalle y un servicio único.
El origen de este edificio histórico se remonta a 1526, siendo la residencia de Rodrigo de Albornoz, Contador Real. En 1895 es comprado por el francés Sebastian Robert para convertirlo en el primer centro comercial en México, contando con los mejores servicios de su tiempo y dos de los primeros elevadores en el país, que aún funcionan en la actualidad. Tras casi una década de caer en el olvido, regresó a la vida en 1968 como el Gran Hotel Ciudad de México. Desde entonces, sus habitaciones han hospedado a grandes personalidades, siendo la elección predilecta de viajeros sofisticados y apareciendo en películas nacionales e internacionales, campañas publicitarias y series.
- Aunque no seas huésped, puedes entrar y sentarte en un sillón de época a admirar el extraordinario lobby del hotel, tomar una copa en el piano bar y por supuesto comer en el restaurante.
- Visita el Gran Hotel Ciudad de México durante el día, así se aprecian en todo su esplendor los vitrales del techo.
- Si bailas tango, infórmate sobre las milongas que se organizan dos viernes al mes.
- Si decides comer en la terraza del hotel, reserva una mesa con vistas y añade al menos una hora más a la duración de la experiencia
