Un magnífico mirador sobre la ciudad. Un lugar mágico desde hace miles de años. El Cerro de la Estrella es un espacio único. Un Parque Nacional ideal para escaparse unas horas del bullicio y respirar aire puro. El lugar perfecto para practicar senderismo o bicicleta. Un pulmón verde con una historia fascinante.
Si vienes en familia, el área de ecoturismo tiene juegos infantiles, asadores y palapa para que pases una jornada festiva de picnic. Pero no te quedes ahí. Sube a lo alto del Cerro de la Estrella y enamórate de las vistas. Ahora imagina cómo era este grandioso panorama sin la ciudad, hace 500 años. Pequeños asentamientos aquí y allá. Al fondo, Tenochtitlán. Bosques y milpas. Piensa ahora que estás en un lugar sagrado y acércate al sitio arqueológico.
El Templo del Fuego Nuevo. Aquí los antiguos mexicas celebraban cada 52 años el cambio de ciclo, en el que se apagaba el fuego y se encendía uno nuevo. La creencia era que, si no se encendía este Nuevo Fuego, el mundo quedaría en tinieblas y todos morirían. La noche de la ceremonia todo era expectación. La población se reunía para ver la ceremonia. Los sacerdotes, vestidos como dioses. Se despojaban de todo lo antiguo, limpiaban las casas y se preparaban para un nuevo ciclo. A medianoche, el fuego nuevo ardía, todos respiraban tranquilos y se festejaba que el tiempo seguiría su curso (al menos otros 52 años).
Si estás en Semana Santa, no dejes de asistir a la particular celebración que los vecinos de Iztapalapa realizan en el Cerro de la Estrella.
Los telescopios en el mirador te ofrecen unas vistas espectaculares sobre la ciudad.
Comiénzala aquí
Carretera Escénica al Cerro de la Estrella km 2, Col. Ampliación veracruzana. 09856
