Al visitar Coyoacán nos encontramos con un lugar repleto de historia, encanto y leyendas. Desde la época de Hernán Cortés hasta hoy, visitantes de todo el mundo han quedado prendados de la belleza del lugar. Coyoacán fue refugio de artistas; por estas calles paseaba Octavio Paz y aquí está la casa natal de Frida Kahlo y el Museo Casa de León Trotsky.
El centro de Coyoacán está marcado por el Jardín Hidalgo, en lo que fue el antiguo atrio del ex convento y la parroquia de San Juan Bautista, rodeado de edificios coloniales de los siglos XVI, XVII y XVIII, como la casa de Diego de Ordaz y la Casa Municipal, sede del primer ayuntamiento del Valle de México. En la plaza se juntan intelectuales y estudiantes, familias y curiosos. Se respira siempre un ambiente relajado, es lugar de encuentro para cafés, comidas y tertulias en las terrazas de los restaurantes, en el mercado de antojitos o en alguna de las cantinas más tradicionales de la ciudad.
Un corto paseo te lleva a la plaza de la Conchita, con su templo y sus pintorescas construcciones. Más allá, en lo que fue el antiguo Camino Real (hoy calle Francisco Sosa): la Casa de Alvarado que alberga la Fonoteca Nacional, la casa Italiana de Cultura y la Casa Jesús Reyes Heroles. Y, por supuesto, cargarte de energía en los hermosos Viveros de Coyoacán.
Te recomendamos
- Tomar el tranvía de Coyoacán para hacer el recorrido turístico por el centro, visitar sus principales atractivos y conocer las leyendas del lugar.
- Visitar la Casa Museo de Frida Kahlo, que ofrece una mirada al universo más íntimo de la artista.
- Tomar una botana en el mercado de antojitos, o una torta en el mercado de alimentos.
- Pasear por sus calles y empaparte del encanto de un paisaje de jardines y fachadas de colores.
- Tomar una clase de yoga, dar un paseo o salir a trotar en los Viveros de Coyoacán.