Ubicada a medio kilómetro de Casas Grandes y a cinco de Nuevo Casas Grandes, la zona arqueológica de Paquimé es un destino por excelencia, ya que fue considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco gracias a la impresionante y laberíntica arquitectura de sus casas así como el sistema hidráulico que desarrollaron sus habitantes a pesar de vivir en una zona desértica.
En su época de auge, este asentamiento tuvo construcciones hechas a base de agua, tierra y techos de viga que fueron innovadoras para sus tiempos. La localidad influyó enormemente en el noroeste de la Sierra Madre Occidental, gran parte del oeste de Chihuahua y algunas zonas de Sonora, Arizona y Nuevo México precisamente debido a éstas, ya que evitaban la erosión de las mismas, además de llevar agua de los terrenos de cultivos aprovechando los ríos que la rodeaban.
Sus edificaciones principales eran palacios con habitaciones de adobe, que estaban equipadas por fogones y talleres para trabajar distintos materiales como turquesa, concha y piedra. Tampoco puedes dejar de visitarla.
