Ciudad de México, 18 de enero de 2024 – La senadora Rocío Abreu Artiñano ha lanzado un llamado urgente a los congresos locales en México para modificar la legislación actual con el objetivo de asegurar un entorno saludable para el desarrollo de niños y adolescentes, evitando que sean testigos o participantes de actos de crueldad animal, como los eventos taurinos.
En un punto de acuerdo registrado en la Gaceta de la Comisión Permanente el 10 de enero, Abreu Artiñano, miembro del partido Morena, ha solicitado a las comisiones estatales de Derechos Humanos emitir recomendaciones a las legislaturas locales para prohibir las escuelas taurinas, las cuales admiten menores y están marcadas por actos de crueldad y maltrato animal.
La senadora enfatizó que las corridas de toros, promovidas como un recurso turístico en México, son en realidad espectáculos que implican torturar, mutilar y matar a los toros. Resaltó cómo México se ha convertido en un destino para los «niños toreros» europeos menores de 16 años, quienes no pueden practicar el toreo en público en sus países, buscando así una ventaja competitiva.
Abreu Artiñano señaló que existen escuelas taurinas en varios estados mexicanos, donde niños desde los ocho años son admitidos y entrenados por ex toreros. Estos planteles enseñan la historia del toreo y el uso de sus utensilios, culminando en la práctica con becerros en eventos conocidos como becerradas.
La senadora expresó su preocupación por las consecuencias nocivas de estas prácticas en el desarrollo intelectual y mental de los menores, advirtiendo que estos espectáculos inculcan la idea de que la violencia y la tortura animal son aceptables y hasta satisfactorias.
Abreu Artiñano concluyó afirmando que todos los menores tienen derecho a crecer en un ambiente libre de violencia, y que es necesario cambiar la percepción de que la mutilación, tortura y muerte de animales son actos de celebración. La legisladora aboga por una educación que enseñe a los menores a tratar a los animales con respeto y procurar su bienestar.
