Ciudad de México, 10 de agosto del 2020.- En ronda de preguntas y respuestas, cuestionado sobre las investigaciones de la periodista Anabel Hernández, que señalan que en la FGR hay siete funcionarios en activo con puestos claves, el presidente López Obrador dejó en claro que no hay impunidad ni se protege a
nadie.
“Aunque hay autonomía y se respeta la independencia de la Fiscalía General de la República, no nos quedamos callados cuando se trata de dar privilegios o impunidad a presuntos delincuentes”.
En ese sentido, afirmó que no hay nada que temer en la investigación de Genaro García Luna, además de lo que se hace en Estados Unidos, también en México hay expedientes abiertos, al igual que en el caso de Cárdenas Palomino y del señor Eduardo Pequeño García.
Está abierto el proceso y si quedan funcionarios de ese grupo en el actual gobierno, la instrucción es que no se proteja a nadie, apuntó López Obrador. En el caso de la Fiscalía, dijo, sucederá lo mismo.
Sostuvo que le tiene confianza a Alejandro Gertz Manero porque es un hombre íntegro y no será tapadera ni protegerá a nadie, “ya pasó el tiempo en que solo se juzgaba a quien no tenía agarraderas, ahora se castiga por parejo a quienes cometen delitos”.
Consideró muy importante la colaboración de Anabel Hernández y otros periodistas para que se siga denunciando y se haga público si se observa que no se actúa y que no se aplica la ley, “que bien que estas periodistas, en el caso especial de Anabel, que ha arriesgado hasta su vida, siguen denunciando”.
Agregó que son muy pocos los periodistas que denuncian, pues la mayoría se queda callado porque conocieron a estos personajes y tuvieron hasta relación con ellos.
Reiteró que no habrá impunidad y se castigará a los responsables, pero el secretario de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo, tiene instrucciones para no permitir que trabajen en el gobierno personas que se hayan desempeñado en algún cargo durante el tiempo en que García Luna estuvo como funcionario.
Calificó como vergonzoso el que García Luna actuara como secretario de Seguridad federal y, al mismo tiempo, protegiera a un grupo del crimen organizado.
