CDMX a 22 de febrero, 2021.- Fue un día 21 de febrero pero del año 2000, hoy hace 22 años, cuando murió “el padre de los Suplementos Culturales en la prensa mexicana”.
Un hombre que se inició en el periodismo en 1934, cuando tenía 22 años, en Revista de Revistas, una publicación de Excélsior.
Don Fernando Benítez, decía de sí mismo: «mis primeros recuerdos tienen que ver con la Revolución, y éstos influyeron el resto de mi vida… comprendí entonces, decía, que no había uno, sino muchos Méxicos.
Con un gran sentido de la autocrítica, pero también del humor, afirmaba: «nací pedante, me creía “la divina garza”: un hombre sabio y elegante hasta que los indios me dieron una lección inolvidable, me enseñaron a no creerme importante, lo cual ha sido decisivo en mi vida.
A pesar de mis arranques de orgullo, decía el maestro Fernando Benítez, soy un hombre humilde».
Y es que dicen, quienes tuvieron el privilegio de conocerlo de cerca, cuando era adolescente, que Fernando Benítez fue gordo… y que llegó a la sierra Tarahumara en helicóptero para conocer la etnia Rarámuri.
Dicen también que ordenaba sus platillos y que hasta las paredes de la sierra le llevaban sus alimentos, que comía ante la mirada de los indígenas. Pero pronto cambió, y cada vez que pedía comida, invitaba a todos los que estaban con él.
Hombre de posibilidades, dejó de comer delante de la gente, pero además, se acostumbró a comer lo mismo que los indígenas, y ese fue el principio para conocer como muy pocos, más de 30 etnias en todo el país.
Esos viajes que hizo con propósitos periodísticos, pronto serían reconocidos como trabajos antropológicos, porque al conocer a estos pueblos, y al reconocerlos, hablaba de su historia, de su organización social, de su lengua y de sus usos y costumbres. Fernando Benítez, con esos viajes, bajó de peso, y jamás volvió a subir.
Con sus crónicas, investigaciones y estudios, escribió un ensayo: «Los Primeros Mexicanos», y «Los Indios de México», que ahora son lectura obligada en secundaria; o preparatoria.
Don Fernando Benítez, aprendió el amor por la historia de México, de Salvador Noriega, quien fuera secretario de Lucas Alamán.
De esa relación, dijo alguna vez el cronista Guillermo Tovar y de Teresa, surgiría Fernando Benítez como el reportero de la historia de México.
Fernando Benítez tenía 24 años cuando entró a «El Nacional» para ser reportero, editorialista y director hasta 1947.
Inteligente, creador, creativo, con un sentido crítico independiente, Fernando Benítez no solo fue un gran periodista, sino un inolvidable maestro de periodismo en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, y un gran promotor de la cultura.
Muchos fueron, los suplementos culturales que el creó.
«La Revista Mexicana de Cultura» y cómo no recordar: «México en la Cultura» «La Cultura en México», «Sábado», «Jornada Semanal» y «Libros de La Jornada».
Por todo lo que dejó de su obra a las nuevas generaciones, porque creó publicaciones en las que colaboraron los intelectuales más reconocidos; y por formar a varias generaciones de periodistas.
Hoy 21 de febrero, recuerdo al maestro Fernando Benítez.
Nació el 16 de enero de 1912 en la Ciudad de México, siendo hijo de Fernando Benítez Beistegui y de Guadalupe Gutiérrez Zamora. En 1934 comenzó su labor periodística en la Revista de Revistas.
Entre 1936 y 1947, Benítez fue reportero, editorialista y director del diario El Nacional. En el periódico Novedades, fundó y dirigió el suplemento dominical México en la Cultura, entre 1949 y 1961. De 1962 a 1970 dirigió La cultura en México, en la revista Siempre; Sábado, del diario Unomásuno, entre 1977 y 1984; y La Jornada Semanal entre 1984 y 1995.
El interés que mostró por la historia Benítez luego de su amistad con Salvador Noriega lo llevó a enfocar sus obras desde los puntos histórico y antropológico. Fue profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
