En ese sentido el uso apropiado de fertilizantes en el cultivo de maíz, alimento de gran importancia para nuestro país, sumado a un programa integrado de buenas prácticas agrícolas se presenta como una opción para mejorar la producción y consecuentemente los ingresos de los agricultores.

Los fertilizantes proveen nutrientes que los cultivos necesitan, con ellos, se pueden producir más alimentos y cultivos comerciales de mejor calidad. Asimismo, mejoran la baja fertilidad de los suelos promoviendo el bienestar de todos en conjunto.

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La contribución de los fertilizantes minerales, sobre todo los nitrogenados y fosfatados en el aumento de la producción agrícola ha sido comprobada, ya que el nitrógeno es promotor del crecimiento, favorece la fotosíntesis y nutre a la planta, sin embargo, en el suelo existen bajas reservas de este elemento, por lo que es necesario realizar una gestión integrada de nutrientes que incluya biofertilizantes, y rotación de cultivos con leguminosas que favorecen la fijación natural de este elemento en la tierra favoreciendo la nutrición de la planta de maíz.

Por otra parte, el fósforo es indispensable en la fotosíntesis, estimula la germinación, la floración, vigoriza y mejora la calidad de la planta del maíz. Así que su aplicación en forma complementaria aumenta el rendimiento y la calidad de la planta.

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